Es
común que, con el arranque del nuevo año, nos planteemos la necesidad de buscar
un nuevo empleo o cambiar el actual. Sin embargo, una vez que se consigue viene
un reto mucho más complejo: la conservación de esa oportunidad de trabajo que
nos dio la empresa.
Hoy más que nunca es importante
conservar nuestro empleo, ya que la desaceleración económica por la que
atraviesa el país incrementó el número de desempleo. De acuerdo con la Encuesta
Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) en el tercer trimestre de 2013 la
población desempleada en México sumó 2.7 millones de personas, es decir, 5.2% de
la Población Económicamente Activa (PEA), porcentaje superior al registrado en
el mismo periodo de 2012.
A continuación te presentamos 7
recomendaciones realizadas por Adecco México, empresa especialista en recursos
humanos:
Responsabilidad. Es la clave en cualquier actividad
profesional. Los empleadores valoran contar con personas que cumplen con sus
tareas en tiempo y forma. Quienes se escudan en interminables excusas para
dejar de cumplir con lo que les corresponde están construyendo un camino seguro
hacia la salida de la organización.
Proactividad. Cumplir con las actividades laborales está
muy bien, pero hoy en día ya no es suficiente. El mercado laboral es cada vez
más exigente. Por lo tanto, es mejor “adelantarse” a las necesidades de la
organización. Presentar propuestas, proyectos y soluciones te convertirán en un
colaborador bien posicionado.
Actitud
positiva. Todas las industrias y las
empresas tienen sus complejidades. No existe un trabajo ideal en el que todo
marche de maravilla. Por ello es importante estar preparado para las
dificultades y enfrentarlas con una actitud positiva. Sumarle una posición rencorosa,
vengativa o violenta no le aporta nada a tu empresa y habla mal de quien lo
practica.
Relaciones
personales sanas. Quizá tus compañeros de trabajo
no serán nunca tus mejores amigos, pero sí puedes llevar una relación cordial y
amable con ellos. Empieza por saludar y despedirte; mostrarte educado y
respetuoso es un básico en las buenas relaciones sociales y la educación.
Comunicarte
con asertividad. Decir lo que piensas sin herir
sentimientos y lograr tus objetivos es un valor agregado a tu comportamiento
como colaborador. La comunicación (sea cual sea la vía que utilices) siempre
debe ser clara, concisa, respetuosa y abierta. No olvides que también implica
escuchar y ser atento con tus interlocutores.
Aprender
y actualizarse. El aprendizaje es un proceso
continuo que demuestra tu interés en perfeccionarte como colaborador. Si la
empresa observa tu inquietud por crecer profesionalmente, seguramente le
apostará a tu formación.
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