Revisando algunos temas de costos, nos
encontramos con la siguiente cita, que cabe señalar, es muy importante que la
coloquen en la parte más alta de todas las oficinas de la organización, la cual
debe recordar el valor fundamental en el desarrollo de una cultura consciente
de los costos:
“Un dólar de
las nuevas ventas genera unos centavos de ganancia. Un dólar ahorrado va
directamente a las utilidades”
Entonces,
¿cómo desarrollar una estrategia para aumentar las utilidades cuando,
probablemente, sienta que ha hecho tantas cosas ya?
Como con
cualquier otra estrategia, se debe mantener un enfoque y conseguir permear
todas las áreas del negocio, más allá de solo carteles que digan: “Imprime
responsablemente, es por el bien del planeta”; se debe organizar una estrategia
de mediano y largo plazo donde se tenga un comité ambiental que analice las
oportunidades reales y realicen retornos de inversión para ver en dónde se
requiere invertir para obtener ganancias por medio del uso eficiente de energía
y agua, impresión responsable y manejo adecuado de residuos.
La pregunta
que surge en este momento es: ¿al interior de la organización se
ha formado un equipo para revisar algunas acciones de reducción de costos por
medio de un uso eficiente de recursos? Posiblemente sí, pero los directivos
mexicanos siguen pensando que “medio ambiente” es una acción anual entendida
como plantar árboles, y no se ha entendido aún como la generación de ahorros
reflejado directamente en la facturación eléctrica y de agua, lo cual se verá
cada ocasión que llegue el recibo para el pago. A continuación se ofrecen
consejos sencillos que pueden hacer una diferencia real sin comprometer los
niveles de servicio:
Crear una cultura consciente de los costos. Hay que animar a toda la organización a comprometerse,
incluyendo la alta dirección. La nueva cultura ambiental organizacional debe
equilibrar la relación calidad-precio frente a las necesidades operativas
cotidianas (impresión responsable y minimización de residuos).
Fomentar un proceso de gestión proactiva de la
energía. Evita simplemente colocar etiquetas
en los apagadores, eso está bien la primer semana, pero implementar acciones en
computadoras, iluminación, aire acondicionado, entre otros; representará un
verdadero ahorro de energía reflejado en la facturación además de que la gente
se comprometerá más cuando vean que existe una plan de largo plazo.
Impulsar una estrategia para uso eficiente de agua. En la mayoría de las organizaciones el asunto
clave es el baño, muchas cosas se pueden hacer como reductores de flujo,
mingitorios secos, regaderas ecológicas, etc. Todo esto debe fundamentarse en
un Retorno de Inversión que justifique económicamente los cambios necesarios y
que permitan ver los ahorros económicos a los tomadores de decisiones.
El
comité ambiental siempre debe estar en busca de nuevas ideas para hacer más
eficiente el uso de los recursos naturales, y de esta forma reducir los costos,
mismos que se verán reflejados directamente en la facturación mensual y por lo
tanto, en la utilidad. Al centrarse en estas áreas, se puede desarrollar una
cultura consciente de costos y tener un buen pretexto para hacerlo: el medio
ambiente. A qué grupo de interés no le gustaría saber que son una empresa ambientalmente
responsable y que tú sepas que por esto, tendrás éxito financiero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario