lunes, 17 de septiembre de 2012

Socios en el Negocio: ¿Bendición o Maldición? Primera Parte

La experiencia demuestra que las sociedades que se han conformado bajo reglas claras y con una adecuada distribución de funciones pueden resultar en una estrategia poderosa de éxito. Por el contrario, las empresas que comienzan con estructuras poco formales pueden caer en la trampa de enredarse en problemas que les llevan al inminente fracaso.

Muchos emprendedores asumen inocentemente que el hecho de asociarse con un familiar o un buen amigo es garantía suficiente par que todo marche bien. Y no hay nada más alejado de la verdad.


Recuerda que una empresa es un enorme reto que requiere la habilidad de enfrentar grandes retos y resolver problemas que requieren templanza, sensatez y firmeza que no se suplen con solamente una buena amistad y "buenos deseos".

Así pues, si realmente estás considerando la posibilidad de enfrentar la aventura del emprendimiento con un socio, debes tomar en cuenta algunos aspectos para que puedas comenzar con buen pie y asegurar que tu negocio vaya por la ruta del éxito.

Un socio ideal debería ser alguien que:

  • Comparta la misma visión de negocios
  • Tenga valores similares
  • Sea una persona dispuesta a luchar tanto como tu lo harás
  • Sea alguien que comparta el compromiso
  • Tenga la habilidad de no salir corriendo ante los problemas
  • Comparta tu forma de administrar las finanzas
  • Complemente tu experiencia profesional
  • Tenga habilidades que equilibren el manejo de la empresa
Especialmente importante es que esa persona(s) sea madura y digna de confianza pues estas características son la base fundamental para dirigir saludablemente una compañía.

En la siguiente parte de este post hablaremos en detalle de cómo encontrar ese socio ideal y estructurar tu empresa de tal manera que la sociedad realmente funcione.

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