Uno de los errores en las empresas es contratar a candidatos con base en amistad o parentesco; la clave para reclutar empleados comprometidos es tener claro las funciones y el perfil del puesto.
Las pequeñas y medianas empresas (Pymes) en México generan cerca del 72% de los empleos, sin embargo reclutar al talento que responda mejor a sus necesidades es una de sus mayores debilidades. Sólo tres de cada 100 Pymes en México tienen una adecuada descripción de puestos de trabajo y de funciones.
Esto se debe a que un alto porcentaje de estas empresas son familiares que
contratan, remuneran y recompensan por su parentesco no con base en funciones
realizadas.
Otro error en estos
negocios es que sus propietarios adaptan el trabajo al personal que existe, y
no a la inversa: encontrar el candidato idóneo según el puesto y objetivo de la
empresa.
Reclutar sin tener claro
el perfil del empleado necesitado tiene un impacto negativo: siete de cada 10
trabajadores renuncian al poco tiempo de ser contratados al ver que sus
intereses y conocimientos no son afines a lo que busca la empresa, según datos
la Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos (AMEDIRH).
En las empresas
familiares no institucionalizadas y Pymes con menos de tres años de vida impera
el reclutamiento empírico y no por aptitudes y competencias específicas.
Sin un procedimiento
ordenado para atraer personal, el riesgo más evidente es el incremento de la
rotación, baja productividad y derroche innecesario de tiempo y dinero.
Esto puede provocar
que la productividad laboral caiga un 10%, a lo que
se suma un mal clima laboral y pésima imagen empresarial. Tanto
clientes reales y potenciales, como proveedores, accionistas y público en
general, perciben cuando la empresa es "improvisada" en temas de
contratación.
Dicha situación impacta
en el índice de ventas y minimiza intenciones de inversión y compras, además de
reducir posibilidades de alianzas estratégicas.
ABC
del reclutamiento
Ante la falta de un área
de recursos humanos, el propietario es quien asume la batuta de atraer
personal, pero eso no significa que las contrataciones deban ser improvisadas.
El primer paso para ordenar este proceso es crear un documento con una
descripción de puestos e incluir el perfil de la persona, objetivos, alcances y
límites.
Cuando se tienen
cubiertos los puestos estratégicos, una opción es pedir a los propios empleados
recomendaciones sobre otros candidatos que pudieran integrarse. El propietario
debe contar con un sistema de entrevista o solicitar el servicio por outsourcing
para garantizar que la persona está conforme con el puesto y el perfil de la
Pyme.
Un empresario puede
pedir ayuda de terceros para aplicar entrevistas, hacer pruebas psicométricas y, en
general, que la firma de reclutamiento se convierta en el primer filtro. Pero
no puede olvidar que la primera responsabilidad de definir el puesto recae en
sus manos.
Es necesario definir qué
conocimientos, competencias, experiencia y tipo de personalidad funcionan para
cada vacante. Esa información le sirve a la empresa de reclutamiento a hacer
una mejor búsqueda y ayudará a definir la estrategia que desarrolle las
capacidades del empleado.
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