viernes, 6 de diciembre de 2013

Contratar buenos empleados.

La primera norma es clara, pero es muy contraria a su intuición: nunca, nunca contrates a alguien como tú.  

¿Por qué no? Porque desde el principio de los tiempos los ejecutivos han estado clonándose a ellos mismo inconscientemente, llenando los estantes de jóvenes procedentes de las mejores universidades. ¿Y qué le ha pasado a los ejecutivos y a las empresas que han hecho eso? A menudo se hunden en las suaves arenas de la intrascendencia cuando las duras aguas de la
realidad actual los invaden.

Aquí tienes las otras nueve:

2. Contrata en función de la actitud en lugar de la habilidad
Enseñar habilidades no es nada comparado con transmitir la actitud correcta. Entre las cualidades del candidato lo que más debes buscar es un firme sentido del optimismo.

3. Busca a los renegados
En las entrevistas pregunta por las ocasiones en las que la persona ha tenido problemas en su trabajo. El empleado obediente le será de uso limitado en este entorno de cambio.

4. Ofrecer resultados
Nunca contrates a alguien con buen potencial pero con hábitos cuestionables, pensando en que podrás cambiar a dicha persona. Como ocurre cuando eliges tus amistades, lo que ve ahora es lo que tendrá para siempre.

5. Ve por alguien con un buen sentido del humor
El candidato que no pueda reír con facilidad, especialmente de sí mismo, va a ser muy aburrido y probablemente intransigente.

6. Rellena los espacios en blanco
Mira con cuidado los puntos fuertes y las habilidades que faltan en tu equipo y por las cualidades y estilos que le falten.

7. Prueba
No te quedes satisfecho sólo con las referencias. Recuerda que muchas de las referencias más llamativas han sido proporcionadas para personas que otros no quieren. 

Incluye simulaciones diarias como parte de su proceso de entrevista, o invita a los candidatos a que te proporcionen una cartera con sus mejores trabajos e ideas.

8. Rellena la despensa
Ponte al tanto de posibles candidatos antes de que surja la necesidad. No esperes hasta que tengas una vacante. Mantén una reserva de posibles empleados bajo la mirada atenta de alguien encargado de contratar. Evalúa tu
equipo de contratación en función de lo bien que mantienen la despensa llena. Y diles que nunca rechacen a un candidato interesante con la frase, "No tenemos en estos momentos ninguna vacante."

9. Haz más hincapié en la diversidad

Asegúrate de que estás extendiendo tu red lo suficiente como para encontrar a esos peces en potencia, que son diferentes y que no nadan en aguas cercanas. Pregúnta a tu equipo de RRHH qué contactos y publicaciones están usando para buscar el interés de posibles candidatos. "No sabemos dónde encontrar gente diferente a nosotros" es una excusa que puede salir cara.

10. Escucha

La mayoría de los entrevistadores hablan demasiado. Cuando finalmente llegue el candidato, escucha la historia de su vida, en casa y en el trabajo. Se dice que ser un líder es como ser un psiquiatra sin licencia. Esto puede ser más cierto en el proceso de contratación que en cualquier otra parte del trabajo.


La tarea de contratar es demasiado seria como para cederla completamente a RRHH. Tu legado va a ser establecido, después de todo, por los equipos que elijas para alcanzar tus objetivos.

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