No todos los préstamos a familia y amigos terminan en desastre, pero el problema potencial es tan grave que debes pensar dos veces antes de decir sí lo llevas a cabo. Para ahorrarte pesares, debes considerar de antemano cómo manejarás cualquier posible problema; en particular, pregúntate qué pasaría si no te pagaran el préstamo. ¿Cómo afectaría tus finanzas y tu relación?
Pero si sí estás pensando prestarle dinero a un amigo o familiar, es importante que tomes en cuenta estas reglas:
Discute otras opciones
¿Existen otras formas en que puedas ayudarlo? El dinero no siempre es la única solución.
Presta sólo la cantidad que puedas perder
Es probable que no vuelvas a ver tu dinero, por lo que es esencial que nunca pongas en riesgo tu bienestar financiero.
Sé claro con tus expectativas
Realiza un detallado plan de pagos con calendario y plazos límite. Discute con la persona a la que le prestarás qué ocurrirá si algo sale mal o si no puede pagar en tiempo y forma.
Ponlo por escrito
Aunque si es un préstamo a un familiar o amigo cercano seguramente prefieras no contratar a un abogado, es importante que exista algún tipo de compromiso legal o por lo menos avalado de alguna manera.
Encárgate de los problemas al momento
Puede que sientas que estás siendo generoso al no enviar un recordatorio de que el pago tiene 30 días de retraso, pero únicamente estarás buscando problemas. Hazle saber al deudor que monitoreas los pagos y que estás al pendiente de los compromisos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario