Él éxito de muchos emprendedores reside en el hecho de poseer una virtud que les diferencia de otros, siendo ésta la de renovarse constantemente a nivel espiritual, intelectual y personal. El conocer nuevas personas, iniciar el estudio de distintos campos a los que naturalmente se está acostumbrado y aceptar nuevas ideologías –por supuesto luego de un riguroso análisis-, amplía el espectro de pensamiento – conocimiento- y hace mucho más globales y eficientes las decisiones que se tomen, a causa de que los factores que se tienen en cuenta son más; en otras palabras, se vislumbra un panorama más amplio que aquel que se limita a lo cotidiano.
Abrir los ojos y la mente a nuevos pensamientos de alguna forma purifica el alma junto con la mente y si bien nos hace sentir más tranquilos, también nos renueva.
Steve Jobs, igual que muchos otros exitosos, fue partidario de la ideología hippie, cuyas premisas fundamentales son un enorme respeto por la naturaleza, la aceptación de los seres humanos tal cual como son y la búsqueda, para posterior descubrimiento de nuevas formas de pensamiento que hacen más agradable y llevadera la vida, pues se terminan encontrando formas diferentes de ser feliz y entendiendo que al final todos somos iguales, idea que gesta la humildad en el corazón y es la humildad la bandera de los grandes hombres.
Así que, la exhortación es a explorar, conocer, renovarse. Lo viejo se oxida, se llena de hongos, se hace obsoleto; el mundo cambia rápido y todo eso que conservamos como intocable hace ya mucho tiempo, pronto se hace obsoleto, inservible.
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