miércoles, 23 de julio de 2014

Lo que NO debes decir en la oficina

La forma en cómo nos comunicamos y los mensajes verbales que damos a los demás son fundamentales para generar empatía, lograr nuestros objetivos y poder establecer un diálogo enriquecedor y productivo. Suele pasar que nuestras palabras tienen absoluta influencia en cómo la gente en nuestro trabajo nos percibe y nos valora.


A continuación 5 frases que debes evitar, tanto de tu lenguaje como de tu mente:

Ese no es mi trabajo
Aún cuando sabemos que dentro de nuestro trabajo tenemos asignadas ciertas funciones, roles y responsabilidades, deberíamos de visualizar nuestro espectro de colaboración de forma mucho más amplia para comprender que nuestro trabajo impacta directa o indirectamente el objetivo general de la empresa. Quizá no es tu trabajo, no es tu responsabilidad, ni te pagan por hacer eso, pero mostrar una actitud proactiva, empática, amable y buscando el bienestar de la empresa te posicionará positivamente dentro de la misma.

No tengo tiempo
Si bien es cierto, debemos de seleccionar a qué actividades dedicamos más o menos tiempo, siempre hay alguna forma de atender las solicitudes o requerimientos cuando alguien así lo solicita. Quizá podemos optimizarlo evitando hacer reuniones o juntas, pero de alguna u otra forma debemos de buscar un espacio de tiempo y no negarnos a otorgarlo. Si alguien cree que es importante comunicarse contigo no hagas sentir a esa persona poco importante.

El flojo
Asignar etiquetas o apodos haciendo relación a características negativas sobre el desempeño de tus compañeros como: el flojo, el vago, el Godínez, el intenso, etc. puede ser gracioso en un inicio pero limitar sin duda tus posibilidades de crecimiento y credibilidad dentro de dicha empresa, mostrándote como una persona con inmadurez profesional. Igualmente se debe evitar en exceso utilizar frases o palabras “cariñosas” tales como: mi amor, flaquita, corazón, etc.

Voy a hacer mi mayor esfuerzo, pero lo veo complicado
Tu trabajo exige que pongas el 100% de esfuerzo en todo lo que se te asigna. Hacer comentarios haciendo relación a lo mucho que te costará lograrlo limita en cierta forma la percepción que otros puedan tener de tu capacidad. Si te comprometes a hacer algo queda implícito que lo harás de la mejor manera y lograrás el resultado final, si crees que esto no es posible vale aclararlo de una forma más directa y honesta.

No me contesta
Es muy común traspasar la responsabilidad a otra persona con argumentos tales como: “No contesta mis llamadas”, “ya le envié un correo pero no he recibido respuesta”, esto es comprensible si el correo lo enviaste ayer o la llamada la hiciste hoy por la mañana. Lo que no es justificable es que pase un tiempo considerable y que utilices esas frases como excusa para no atender el tema. Recuerda tu trabajo implica involucramiento, compromiso y responsabilidad por lo que escudarse con estas frases puede ser muy perjudicial.

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