Te
dejamos una serie de consejos y recomendaciones para que logres utilizar el
lenguaje con mayor efectividad a la hora de hacer tus mensajes mercadológicos.
En
la mercadotecnia existen palabras que han demostrado un poder enorme para abrir
las percepciones de los consumidores y generar mayor impacto. Aquí: algunas de
las más importantes:
Remate:
Es más fuerte que "descuento" o "rebaja", y es más
dramática. Otra palabra similar que casi no se ha usado pero que puede ser muy
impactante es "ganga".
Fácil:
Lo fácil es sencillo, sin complicaciones, sin desgaste, sin problemas.
Gratis:
Muchos mercadólogos la consideran como la más poderosa para vender. El problema
es que muchas veces lo que se anuncia como gratis no tiene nada de gratis, y
esto genera molestia. Si vas a decir que algo es gratis, cúmplelo.
Nuevo:
La esperanza por lo nuevo es una cualidad universal del ser humano. A través de
los siglos y los continentes, siempre hemos creído que el mañana será mejor.
Ansiamos un nuevo día, un nuevo año, un nuevo comienzo. Curiosamente, el
amarillo es el color que más rápido captan nuestros ojos, quizá porque es el
color del sol que a diario nos anuncia cosas nuevas.
Garantizado:
Es como si subrayaras tu promesa; es un énfasis de seriedad y un sello de
confianza. Lo que está garantizado "funciona porque funciona".
Mejor:
Todos queremos mejorar en algo. Buscamos un mejor ingreso, una mejor salud, una
mejor casa, una mejor vida. Por ello que esta palabra goza de tanta
efectividad. Llega al fondo de muchas de nuestras necesidades más profundas.
Poderoso:
El poder es algo que todos buscamos. Poder para influir en nuestro mundo, para
dominar la naturaleza, para superar las amenazas del medio ambiente. Algo
poderoso es como un amuleto que transmite su fuerza a nuestra persona, ya sean
espadas, anillos, coronas o detergentes.
Tú:
En la publicidad tienes que hablarle a alguien. Y como bien lo saben los
locutores de radio cuando se dirigen a sus radioescuchas, no dicen "todos
ustedes", sino "tú, que nos escuchas desde tu auto". Mientras
más personalizada sea tu intención, más impacto generarás. Si además utilizas
el nombre de tu interlocutor, mejor aún. Por eso en las ventas es bueno usar el
nombre de nuestro cliente con frecuencia, ya que fortalece el vínculo y la
confianza entre quien vende y quien compra.
Cabe
destacar que si el producto o servicio no es bueno, el resultado siempre será
negativo. No se trata simplemente de prometer un "mejor" producto con
"nuevos" atributos que te facilitarán la vida. Hay que respaldar las
promesas con hechos y calidad.
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