viernes, 18 de septiembre de 2015

Cultura ambiental genera ahorros

Revisando algunos temas de costos, nos encontramos con la siguiente cita, que cabe señalar, es muy importante que la coloquen en la parte más alta de todas las oficinas de la organización, la cual debe recordar el valor fundamental en el desarrollo de una cultura consciente de los costos:
“Un dólar de las nuevas ventas genera unos centavos de ganancia. Un dólar ahorrado va directamente a las utilidades”
Entonces, ¿cómo desarrollar una estrategia para aumentar las utilidades cuando, probablemente, sienta que ha hecho tantas cosas ya?
Como con cualquier otra estrategia, se debe mantener un enfoque y conseguir permear todas las áreas del negocio, más allá de solo carteles que digan: “Imprime responsablemente, es por el bien del planeta”; se debe organizar una estrategia de mediano y largo plazo donde se tenga un comité ambiental que analice las oportunidades reales y realicen retornos de inversión para ver en dónde se requiere invertir para obtener ganancias por medio del uso eficiente de energía y agua, impresión responsable y manejo adecuado de residuos.
La pregunta que surge en este momento es: ¿al interior de la organización se ha formado un equipo para revisar algunas acciones de reducción de costos por medio de un uso eficiente de recursos? Posiblemente sí, pero los directivos mexicanos siguen pensando que “medio ambiente” es una acción anual entendida como plantar árboles, y no se ha entendido aún como la generación de ahorros reflejado directamente en la facturación eléctrica y de agua, lo cual se verá cada ocasión que llegue el recibo para el pago. A continuación se ofrecen consejos sencillos que pueden hacer una diferencia real sin comprometer los niveles de servicio:
Crear una cultura consciente de los costos. Hay que animar a toda la organización a comprometerse, incluyendo la alta dirección. La nueva cultura ambiental organizacional debe equilibrar la relación calidad-precio frente a las necesidades operativas cotidianas (impresión responsable y minimización de residuos).
Fomentar un proceso de gestión proactiva de la energía. Evita simplemente colocar etiquetas en los apagadores, eso está bien la primer semana, pero implementar acciones en computadoras, iluminación, aire acondicionado, entre otros; representará un verdadero ahorro de energía reflejado en la facturación además de que la gente se comprometerá más cuando vean que existe una plan de largo plazo.
Impulsar una estrategia para uso eficiente de agua. En la mayoría de las organizaciones el asunto clave es el baño, muchas cosas se pueden hacer como reductores de flujo, mingitorios secos, regaderas ecológicas, etc. Todo esto debe fundamentarse en un Retorno de Inversión que justifique económicamente los cambios necesarios y que permitan ver los ahorros económicos a los tomadores de decisiones.
El comité ambiental siempre debe estar en busca de nuevas ideas para hacer más eficiente el uso de los recursos naturales, y de esta forma reducir los costos, mismos que se verán reflejados directamente en la facturación mensual y por lo tanto, en la utilidad. Al centrarse en estas áreas, se puede desarrollar una cultura consciente de costos y tener un buen pretexto para hacerlo: el medio ambiente. A qué grupo de interés no le gustaría saber que son una empresa ambientalmente responsable y que tú sepas que por esto, tendrás éxito financiero.

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