Es importante que se preocupen
por poner en la balanza los tiempos y los espacios de las dos actividades que
lleva a cabo.
Aída Cerda, del Instituto
Nacional de las Mujeres (Inmujeres), explicó que si bien una de cada cinco pequeñas y medianas
empresas del país es dirigida por mujeres, aún se encuentran
giros en los que es difícil integrarse a actividades en las que abundan las
dinámicas masculinas que les dificultan el avance.
“Dado que cada vez hay más mujeres al frente de las empresas, es
necesario que ellas desarrollen su fortaleza interna, además de prepararse como
emprendedoras pues necesitan mantener un equilibrio entre su rol de empresarias
con el de formar una familia o ser la responsable de una casa”, dijo Aída
Cerda.
La clave
de ese equilibrio estriba en que las empresarias se preocupen por tener una
autoestima sana, la cual se logra a través de la seguridad que da el conocimiento
de temas como la administración del negocio, la adopción de tecnologías y
nuevas tendencias en el giro en el que está insertada su empresa.
Asimismo, explicó que la
capacitación es un aspecto fundamental para el reconocimiento de los valores y
las características que requiere ser empresaria.
Quien está
al frente de un negocio debe ser consciente de que necesita transmitir un
estilo de trabajo a sus colaboradores, el cual tiene que
empatar con su visión directiva del negocio.
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