México
ha sido criticado por ocupar el puesto número 84 en materia de sostenibilidad,
según el Índice de Desempeño Ambiental, elaborado por la universidad de
Yale (EPI por sus siglas en inglés). Sin
embargo, el sector privado y la academia intentan ponerse al frente de los
proyectos verdes en el país.
En
este sentido, un estudio de la Consultora Deloitte señala que la mitad de los
directores de Finanzas (CFO por sus siglas en inglés) en México considera la
sostenibilidad como un "factor clave en el desempeño financiero" de
sus empresas y afirman que, a lo largo de los próximos dos años, invertirán
recursos en equipos para tener un consumo de energía más eficiente. Asimismo,
el estudio señala que el 34% de los CFOs afirma estar inmerso en un proceso de
transformación organizacional para incrementar la importancia del impacto
ambiental de sus operaciones.
Pero
los espacios de debate se abren. La Cumbre de Negocios Verdes 2012 celebrada en
el D.F. a finales de septiembre en las instalaciones de una de las
universidades más prestigiosas del país reunió a 50 empresas y decenas de
líderes empresariales y académicos con el objetivo de fomentar la discusión
sobre la economía sostenible.
En
ese foro se lanzó el Programa Piloto para la Competitividad de las micro,
pequeñas y medianas empresas (MiPymes) y se expusieron casos de éxito en
materia de sustentabilidad en México, como el parque eólico financiado por
Bimbo y Femsa o el edificio inteligente de Siemens México. No obstante, los
expertos también señalaron algunos de los puntos débiles y de las amenazas que
puede enfrentar el país si no avanza en dirección de una economía más
eficiente.
Daniel
Servitje, director general de Grupo Bimbo criticó que el Gobierno mexicano
sigue invirtiendo “20 mil millones de dólares (mdd) en subsidios de gasolina” y
señaló que “hasta que el mercado no pague un precio adecuado por el combustible
no se podrá crear un mejor ambiente para la economía verde”.
En
este sentido Peter Webster, CEO de Eiris, una empresa que fomenta la inversión
de capital privado en empresas responsables con el medio ambiente, es un
referente en inversiones sostenibles. El experto explicó que la innovación es
más veloz y de mayor calidad en las empresas privadas que en el sector público,
por lo que recomendó a los gobernantes mexicanos colaborar y cooperar de forma
más estrecha con los directivos empresariales
e inversionistas para “facilitar que esa innovación de negocios verdes
vea la luz”.
'Una revolución
silenciosa'
“Hace
cinco años el carbón era la fuente del 50% de la energía. Hoy es poco más del
35%”, explicó Frank Sherman, director para América del Norte de AzkoNobel,
empresa que cotiza en el Dow Jones Sustainability Index, un índice bursátil en
donde figuran empresas calificadas como responsables con el medio ambiente,
cuyo equivalente en México es el Índice de Sustentabilidad de la Bolsa Mexicana
de Valores (BMV). “Los niveles de emisiones de CO2 se redujeron a niveles de
1992. Esta es una revolución silenciosa que ha ocurrido gracias a la iniciativa
privada”, afirmó Sherman.
Para
Louise Goesser, CEO de Siemens Latinoamérica, cuya empresa inauguró a comienzos
de 2012 un edificio inteligente, que funje como sede central de la compañía en
México, y que es capaz de ahorrar un alto porcentaje de consumo energético y
agua, aseguró que los productos más eficientes son mejores para el cliente y
las empresas. “El 40% de los productos de nuestra empresa son evaluados por un
tercero para que sean sostenibles. Es la cartera de productos que más crece en
nuestro portafolio”, afirmó.
Por
su parte, Francisco Suárez, director de Sustentabilidad de Femsa México,
explicó que si un proyecto no tiene una previsión que de beneficios económicos,
no cabe ser considerado sostenible. "Este tipo de productos tiene que ser
rentable y respetuosos del medio ambiente al mismo tiempo. Tiene que ser una
situación ganar-ganar”.
Oportunidades y desafíos
Entre
los principales desafíos de las economías no sostenibles se encuentra, ante
todo, la escasez. Por eso, “la sustentabilidad es crucial para la supervivencia
de las economías emergentes y no occidentales, porque la escasez de alimento y
agua golpeará primero a los países más pobres”, explica Sherman, de AzkoNobel.
No hay que olvidar que México terminará 2012 con 60 millones de personas en la
pobreza, según un estudio del Centro de Investigación en Economía y Negocios
(CIEN).
Sin
embargo, los países emergentes también tienen un punto a su favor cuando se
trata de adoptar nuevas tecnologías, como sugiere la CEO de Siemens Latam: “Los
emergentes pueden adoptar muchas tecnologías desde el principio. La India es un
buen ejemplo, porque en ese país se han adoptado primero los celulares que los
teléfonos fijos. Eso es da una ventaja para México, porque puede adquirir
tecnologías innovadoras sin tener que pasar por otras qu ya son obsoletas. Los
edificios inteligentes son un área con gran potencial”.
Desde
una perspectiva institucional, algunas iniciativas, cuyo objetivo es impulsar
la economía verde comienzan a tomar forma en el país. El Centro de Economía
Verde y Desarrollo Sustentable, una iniciativa pública impulsada por el
Instituto Nacional de Ecología con financiación pública nacional e
internacional, que incluye 9.5 mdd invertidos por el Gobierno de Dinamarca, y
un monto total de inversión de 30 a 40 mdd, es una de ellas. El mundo académico
también participa a través de proyectos como el Instituto Global de la
Sostenibilidad del Tec de Monterrey, que impulsó la jornada Think Green en
donde decenas de investigadores de todo el país se reunieron en varias mesas de
trabajo durante la Cumbre de Negocios Verdes con el objetivo de estructurar una
estrategia holística de sostenibilidad. Mientras que otras propuestas incluyen
al Índice de Sustentabilidad de la BMV y al Comité Ejecutivo del Estudio de
Prospección de Economía Verde para México.
Como
colofón a la Cumbre de Negocios Verdes 2012, se lanzó el Programa Piloto para
la Competitividad de las MiPYMES, un proyecto que requirió una inversión de 4.3
mdd financiados, en parte, por el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) del
Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El objetivo del programa consiste en
analizar las prácticas de sostenibilidad y asesorar a MiPyMEs para que las
internalicen, además de fomentar políticas públicas adecuadas que incentiven la
economía sostenible.
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