martes, 2 de octubre de 2012

¿Estás listo para un financiamiento?


Inyectar dinero a una empresa poco productiva o con una situación financiera inestable puede significar su final. “Es como tener un auto con una fuga en el tanque de gasolina; la respuesta inmediata es echarle más combustible, pero seguirá derramándose”, asegura Jorge Humberto León, director del Centro de Consultoría e Innovación Empresarial y Financiera (CIEF) del Tec de Monterrey.

Por eso, antes de asumir el compromiso de un crédito o cualquier otro tipo de financiamiento es fundamental revisar tu modelo de negocio y el desempeño de tu compañía. Eso te ayudará a identificar puntos a fortalecer para ser más eficiente y rentable, que quizá te demuestren que al final no necesitas pedir dinero prestado.

“Si la empresa está en crisis quiere decir que no trabaja a la velocidad suficiente para generar más ingresos o que la proporción de los egresos sobre los ingresos es muy grande”, explica el experto. “Mapear el negocio nos ayuda a entender dónde están las áreas de oportunidad para mejorar”.

León recomienda seguir estos pasos para realizar una autoevaluación de tu compañía y su desempeño.
  • 1. Definir claramente cuál es tu actividad básica (a qué te dedicas) y tu propuesta de valor.
  • 2. Analizar el mercado, cómo se mueve, cuáles son los segmentos de consumidores, las tendencias, la red de valor y cómo lo abordas con tus estrategias de marketing y ventas.
  • 3. Identificar a tus competidores, así como tus ventajas competitivas con respecto a ellos (el valor agregado que ofreces).
  • 4. Hacer una lista de todos los recursos con los que cuentas: activos, capital de trabajo, know-how, alianzas y demás.
  • 5. Revisar tus ventajas en cuanto a tu sistema de producción o atención al cliente, talento humano y tecnología.
  • 6. Estudiar tu ecosistema y encontrar a tus aliados.
  • 7. Detectar con qué mecanismos cuentas para obtener ingresos, en comparación con los gastos que se requieren para ofrecer tu producto o servicio.
  • 8. Finalmente, ya con el mapeo completo, analizar tus estados financieros.
  • El experto resalta que “es importante revisar información como el balance general, el flujo de efectivo y las razones financieras, pero en el contexto del modelo de negocio”.


El resultado de esta evaluación te permitirá identificar los cuellos de botella de tu empresa, qué tan eficiente eres, dónde se encuentran las fugas y cómo estás aprovechando tus recursos. También podrás diseñar estrategias para reducir tus costos y aumentar tus ingresos y, de esta manera, decidir si requieres un financiamiento o no.

Por otro lado, el director del CIEF advierte sobre los errores más comunes al hacer una autoevaluación.
  • Dejar que la pasión le gane a la razón.
  • No contar con información necesaria. “Hemos visto que más del 60% de las Pymes no tienen registros actualizados, completos y confiables”, dice.
  • Creer que la innovación es algo costoso. Además de que no siempre es así, hay programas de apoyo para innovar.
  • Pensar que la competencia en el mercado es por precio. Más bien debes implementar acciones para diferenciarte y ofrecer valor agregado a los clientes.
  • No contar con un Gobierno Corporativo.
  • Dejar que la estructura familiar interfiera en la toma de decisiones estratégicas del negocio.
  • Hacer un análisis a corto plazo y de manera local. Lo mejor es tener una visión a largo plazo y una perspectiva internacional.
  • La recomendación final es que busques a un experto; alguien externo a la empresa que te ayude a formular las preguntas adecuadas, a visualizar la situación real de la compañía y a detectar las oportunidades y retos.


Organizaciones como el Centro de Consultoría e Innovación Empresarial y Financiera (CIEF) del Tec de Monterrey cuentan con apoyo del Fondo Pyme, que permite cubrir una parte del costo de los servicios. Y si ves esto como una inversión en lugar de un gasto, te darás cuenta de que lo que inviertes en talleres o asesoría será mínimo en comparación con la transformación que puede tener tu empresa.

Cuando hablamos de un nuevo emprendimiento, un consultor puede ayudarte a transformar tu idea en un plan de negocios. Este documento es imprescindible para llevar tu proyecto a un proceso de incubación y convertirlo en una compañía real.

“En ese proceso se considera la razón costos-ingresos y se valora la cantidad de capital necesario, cuánto aportará el emprendedor, cuánto hay que conseguir y los tiempos para hacerlo, todo esto con base en una planeación”, finaliza León.

No hay comentarios:

Publicar un comentario