lunes, 22 de octubre de 2012

Mantén las finanzas claras


Mantén las finanzas claras


Uno de los problemas más frecuentes en los negocios es la nula separación entre la administración del capital de la empresa y los recursos de la familia. Esta situación perjudica la operación de la compañía, pone en riesgo su continuidad y hasta puede ser motivo de conflictos personales.
Si bien es cierto que un propietario tiene la autoridad legal para dirigir las actividades del negocio que creó, eso no lo convierte en una persona apta para tomar decisiones en todas las áreas. Posiblemente haya cosas que no domine o desconozca, como asun-tos relacionados con la administración y la contabilidad de la empresa.
¿Por qué son fundamentales estas dos áreas? La respuesta es simple: la información financiera es una muestra puntual que re-fleja el estado de “salud” de tu compañía, ayuda a prever su futuro y es un indicador fidedigno que muestra, incluso, si el negocio se dirige a la quiebra. Si cometes el error de falsear datos o llevar una doble contabilidad, al final ni tú mismo podrás identificar en dónde está el problema.
A menos que seas contador, la recomendación es que contrates a un experto en el tema. El papel de un fiscalista es asesorarte para que separes los temas familiares de los empresariales, considerando que es común que los miembros de la familia quieran tomar decisiones que no les corresponden sólo por ser parte de ella.
También es importante que aprendas a interpretar la información financiera y que no la manipules. No tienes que ser un experto en estas cuestiones, pero sí valdría la pena que tomaras algún curso o que hicieras una especialidad.

3 tips de administración

1.- No utilices recursos de la empresa para beneficio de la familia. Esto significa no solventar pagos personales como gastos médicos, seguro del automóvil y hasta la colegiatura de tus hijos. De lo contrario, tu empresa reportará demasiados gastos que ni siquiera ayudarán a generar ingresos.
 Por otro lado, si la compañía tiene propiedades, todas deben estar a nombre de ésta y no de los familiares. Además de ser lo correcto, a largo plazo evitará conflictos.

2.- Define una política de prestaciones y de gastos de representación. Establece por escrito las responsabilidades y beneficios de directivos, gerentes y personal en general (sean familiares o no). Incluye desde el pago de una línea de telefonía móvil, hasta la asignación de viáticos. No olvides que todo gasto requiere de comprobante fiscal.

3.- Lleva una contabilidad ordenada. De esta manera, no sólo contarás con datos reales sobre el desempeño de tu empresa, también recuerda que la información financiera es uno de los mejores argumentos para solicitar un crédito. Y si generas utilidades, elabora un plan para repartirlas entre los socios.

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