Uno de los problemas
más frecuentes en los negocios es la nula separación entre la administración
del capital de la empresa y los recursos de la familia. Esta situación
perjudica la operación de la compañía, pone en riesgo su continuidad y hasta
puede ser motivo de conflictos personales.
Si bien es cierto que
un propietario tiene la autoridad legal para dirigir las actividades del
negocio que creó, eso no lo convierte en una persona apta para tomar decisiones
en todas las áreas. Posiblemente haya cosas que no domine o desconozca, como
asun-tos relacionados con la administración y la contabilidad de la empresa.
¿Por qué son
fundamentales estas dos áreas? La respuesta es simple: la información
financiera es una muestra puntual que re-fleja el estado de “salud” de tu
compañía, ayuda a prever su futuro y es un indicador fidedigno que muestra,
incluso, si el negocio se dirige a la quiebra. Si cometes el error de falsear
datos o llevar una doble contabilidad, al final ni tú mismo podrás identificar
en dónde está el problema.
A menos que seas
contador, la recomendación es que contrates a un experto en el tema. El papel
de un fiscalista es asesorarte para que separes los temas familiares de los
empresariales, considerando que es común que los miembros de la familia quieran
tomar decisiones que no les corresponden sólo por ser parte de ella.
También es importante
que aprendas a interpretar la información financiera y que no la manipules. No
tienes que ser un experto en estas cuestiones, pero sí valdría la pena que
tomaras algún curso o que hicieras una especialidad.
3 tips de
administración
1.- No utilices
recursos de la empresa para beneficio de la familia. Esto significa no
solventar pagos personales como gastos médicos, seguro del automóvil y hasta la
colegiatura de tus hijos. De lo contrario, tu empresa reportará demasiados
gastos que ni siquiera ayudarán a generar ingresos.
Por otro lado, si la
compañía tiene propiedades, todas deben estar a nombre de ésta y no de los
familiares. Además de ser lo correcto, a largo plazo evitará conflictos.
2.- Define una
política de prestaciones y de gastos de representación. Establece por escrito
las responsabilidades y beneficios de directivos, gerentes y personal en
general (sean familiares o no). Incluye desde el pago de una línea de telefonía
móvil, hasta la asignación de viáticos. No olvides que todo gasto requiere de
comprobante fiscal.
3.- Lleva una
contabilidad ordenada. De esta manera, no sólo contarás con datos reales sobre
el desempeño de tu empresa, también recuerda que la información financiera es
uno de los mejores argumentos para solicitar un crédito. Y si generas
utilidades, elabora un plan para repartirlas entre los socios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario