martes, 20 de noviembre de 2012

Claves para generar compromiso en tu capital humano

Para algunas empresas la clave de la productividad y efectividad de sus empleados es la implementación de mejores procesos, tecnologías y políticas empresariales, así como la adquisición de las más recientes metodologías administrativas, de producción, ventas y gestión de recursos humanos. Sin embargo, aunque todas estas medidas son válidas y generan cierta mejoría, siempre parece faltar algo fundamental: el compromiso y la alineación de las personas por hacer lo que se requiere para generar los resultados necesarios.

Una cultura empresarial que propicia la productividad, la efectividad y los buenos resultados está basada en que cada persona en una empresa, empezando por el jefe, asuma total responsabilidad por todos los aspectos relacionados con la organización, sin culpar a otros o a las circunstancias por la falta de resultados.

Aunque normalmente se busca un culpable externo a nosotros cuando las cosas no van bien, este tipo de actitud no genera la calidad de vida y los resultados que queremos.

La responsabilidad no tiene que ver con las cosas “que te tocan hacer”, con culpa y tampoco es algo definido por un contrato de trabajo, descripción de puesto o por la autoridad; es una elección que las personas asumen para ser líderes en lugar de víctimas.

Cinco prácticas para generar cultura de liderazgo

Asume 100% responsabilidad por tu impacto en las personas y en los resultados de negocios y multiplica esta manera de ser en toda tu empresa. En la mayoría de las culturas empresariales se opera bajo un contexto de 50%/50% responsabilidad, donde yo hago mi parte si tú haces la tuya. Esto genera problemas y contratiempos, ya que casi invariablemente alguien deja de hacer su parte.

Detén inmediatamente cualquier conversación negativa, ya sea tuya o de otros, y redirígela hacia una conversación positiva. Las conversaciones generan acciones, las cuales a su vez producen resultados. Por ende, es importante saber que las conversaciones negativas sí tienen un impacto y este impacto es contrario a lo que realmente queremos.

No toleres comportamientos inapropiados y corrígelos inmediatamente de manera respetuosa. Nuestros empleados y colaboradores están continuamente midiéndonos para determinar si las reglas son cuestionables. Cada vez que permitimos que alguien viole una regla estamos en efecto comunicando que la regla no importa.

Pregúntate constantemente: ¿qué más puedo hacer para lograr los objetivos? En lugar de quejarse o permitir la queja o la justificación, pregúntate siempre y pregúntale a otros: ¿qué más podemos hacer? Este tipo de pregunta redirige la responsabilidad hacia las personas y genera creatividad, compromiso y acción.

Trata a las personas como extraordinarias y exígeles su grandeza. Tener lástima por uno mismo y por otros no nos ayuda a superar las situaciones complejas que vivimos. Los seres humanos somos mucho más fuertes y capaces de lo que pensamos y si somos tratados como tal elevamos nuestro desempeño.

Una cultura de responsabilidad tiene el poder de transformar a las personas y a toda una organización. Cuando una masa crítica dentro de una organización asume 100% responsabilidad por los resultados de negocios y deja de culpar a otros y a las circunstancias, surge la acción responsable y el logro predecible.  

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