El
control del personal se ha convertido en
una norma en la administración de los
recursos humanos y en la mayoría de las empresas sigue siendo un tema de abuso
en el lugar de trabajo, con supervisores y administradores que no han entendido
la realidad de la gestión de hoy en día.
¿Qué
es lo que realmente necesita un gerente para desarrollar su labor correctamente
en estos tiempos? Tradicionalmente, el papel del gerente siempre ha sido mantener
un control más o menos constante en el personal, para dirigir y supervisar. Al
paso del tiempo, como esto no fue siempre práctico, los empleados en muchos
lugares de trabajo fueron obligados a llenar las famosas “time sheet” (hojas de
trabajo), como si la simple asistencia fuera garantía de un trabajo productivo.
Estas
técnicas de gestión no son del todo una cosa del pasado. En muchas
instituciones aún existe una cultura jerárquica tradicional, por ejemplo, en
algunos negocios, la mejor ruta para el progreso sigue siendo ser el primero y último
en salir de la oficina.
Tal
prueba es tan irrelevante como el "time sheet" y con ello llevan a
sus colaboradores a evitar cualquier
situación personal como un embarazo, tener que cuidar a sus niños pequeños e incluso
los privan de tener una vida fuera del trabajo y un sentido razonable de
prioridades.
La
clave de la gestión en el lugar de trabajo moderno o couching es olvidarse del
control, y pensar más bien en la motivación, fomentar el trabajo en equipo, la creatividad
y capacidad de respuesta. Entonces, cuando se trata de la organización,
necesita estar constantemente al acecho de una nueva tecnología que le permita
transferir información, comunicar efectivamente las decisiones y activar
proyectos más rápidamente y a buen precio.
La tecnología ha
cambiado la gestión
La
tecnología moderna ha cambiado muchos aspectos de la gestión del día a día
también. La telefonía móvil significa que un gerente de ventas puede mantenerse
en contacto permanente con sus equipos de ventas muy dispersos, mientras que
los sistemas GPS permiten que los centros de servicios puedan seguir el
progreso de los ingenieros y los equipos de mantenimiento, y permiten a los
administradores controlar el movimiento de sus empleados móviles y productos.
Frente
a este imperativo estratégico –proporcionar el trabajo a las personas y no al revés- el trabajo del
gerente se torna aún más importante. Lo que no ha cambiado es el hecho de que
mientras las personas se unan a organizaciones, casi siempre existirán
supervisores.
La vida diaria como empleado aún se rige en gran medida por la persona o personas a las que se les informa. Si esa persona intenta controlarte o intimidarte es sólo cuestión de tiempo para empezar a buscar trabajo en otra parte. En cambio, si te tratan con consideración, te reconocen y recompensan tus éxitos, esto te ayudará a ser más productivo, aumentando así el valor de su propio mercado, y es más no sólo quieres quedarte, sino laborar aún mejor.
La vida diaria como empleado aún se rige en gran medida por la persona o personas a las que se les informa. Si esa persona intenta controlarte o intimidarte es sólo cuestión de tiempo para empezar a buscar trabajo en otra parte. En cambio, si te tratan con consideración, te reconocen y recompensan tus éxitos, esto te ayudará a ser más productivo, aumentando así el valor de su propio mercado, y es más no sólo quieres quedarte, sino laborar aún mejor.
Con
demasiada frecuencia en el pasado, la gente fue promovida a puestos de
dirección dependiendo de los años de servicio o la han promovido en virtud de
su personalidad asertiva que, en el peor de los casos, éstos han sido los más
hábiles aduladores.
Estas
rutas son más propensas a expulsar de sus filas al mejor talento. Por el
contrario, la cualidad más necesaria del gerente moderno es la capacidad de
empatía -gracias a Myers-Briggs y otras técnicas psicométricas-, esto no es tan
difícil de identificar.
Una
vez identificados, los gerentes adecuados se les debe proporcionar el
conocimiento necesario: recibir todo el apoyo y la formación que necesitan para
sacar lo mejor de las personas que dependen de ellos. Por último, deben ser
recompensados de acuerdo a los resultados que sus equipos logren.
Las
empresas modernas realmente dependen de su capital humano, para sacar el máximo
partido de ellos, por eso, necesitamos los mejores gestores que podemos
encontrar.
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