Desde la casa, en el auto o
en oficinas virtuales, la tendencia de trabajar fuera de la empresa va en
aumento porque las organizaciones reducen sus costos hasta un 80% bajo el
esquema home office.
En el país, alrededor de
11.9 millones de personas de la Población Económicamente Activa son
trabajadores independientes, de los cuales un 59% se dedica al comercio y a los
servicios, según cifras al tercer trimestre de la Encuesta Nacional de
Ocupación y Empleo (ENOE).
"Cada vez más empresas
se dan cuenta que tener a un empleado sentado en la oficina no significa que
sea exitoso o confiable. El tiempo que implican los traslados es uno de los
factores que ha favorecido el home office, esquema que hoy ocupan grandes
corporativos, sobre todo en la industria de la tecnología",
Eso sin contar que muchos
profesionistas están eligiendo esta dinámica; en América Latina, por ejemplo,
casi 50% del gremio periodístico es freelancer, refiere datos de la Federación
Internacional de Periodistas (FIP).
"Uno de los ejes de las
estrategias de negocios en varias empresas es el impulsar que la gente trabaje
desde sus casas, hay que evolucionar a una cultura de facilitar este esquema,
mediante el cual las personas pueden ser tan eficientes como en la
oficina", dijo el director de negocios de productividad de Microsoft
México, Gerardo Vera.
Los
8 de rigor
La tecnología es la
principal aliada en este ámbito; una computadora, una buena conexión a Internet
y un teléfono celular, son básicos para ser un trabajador móvil.
Los retos primordiales para
que los negocios desarrollen el home office son: mantener informado al empleado
y no permitir que éste pierda el sentido de pertenencia a la organización.
1. Cuando la comunicación
entre el trabajador y la compañía se realiza por teléfono o correo electrónico
puede surgir el riesgo de sentirse aislado. Para evitar esto, la opción es
organizar reuniones semanales o quincenales con el empleado, sea en la oficina
o por videoconferencia.
2. Hay que informar a la
persona sobre las novedades que se den continuamente y evitar que se entere de
las noticias corporativas a través de otros, como sus clientes y proveedores.
3. Es importante actualizar
al empleado sobre los avances tecnológicos, que ayudan a mejorar el trabajo a
distancia. Propón y comenta con el equipo los métodos o programas que optimizan
la organización de la agenda y las tareas.
4. El jefe tiene que
demostrar confianza en sus ‘trabajadores móviles' y en su desempeño; eso
permite crear un clima de cooperación. Si hay que sugerir algún cambio o se
tiene una crítica, lo mejor es la comunicación telefónica por encima del correo
electrónico, a veces la forma en que se redacta el mensaje puede propiciar
malos entendidos.
5. El empleado independiente
por lo regular no tiene compañeros con quienes poder intercambiar opiniones y
está expuesto a resolver las dudas por sí sólo, de ahí que el apoyo de la
compañía es vital; si tuvo un logro hay que reconocérselo.
6. Claridad ante todo, el
jefe debe tomarse su tiempo para ser específico con lo que solicita, en
especial al redactar los e-mails explicando las tareas a cumplir, las fechas y
la forma de entrega.
7. En caso de no recibir
respuestas al correo enviado hay que confirmar su recepción por teléfono y
darle seguimiento por esta vía a los compromisos encargados.
8. Para la persona que
labora independiente es fundamental sentirse parte de un equipo y que recibe
los mismos beneficios; hay que invitarlos ocasiones especiales como la reunión
de fin de año, aniversario u otras juntas.
Por su parte, el empleado
móvil necesita ‘aplicarse' cada inicio de semana para saber cuál será su agenda
de trabajo; así puede organizar sus entregas y reuniones a cumplir. No hay que
olvidar que la operación desde casa exige un fuerte nivel de organización.
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