A todo emprendedor le interesa que su negocio prospere,
gane una posición importante en el mercado y sume clientes. Por eso, es común
que al arrancar destine todo su tiempo y atención en los miles de detalles que
exigen la operación de una empresa. Y está convencido de que debe estar ahí
todo el tiempo para tomar decisiones oportunas.
También es cierto que para tener éxito es esencial contar con ciertas habilidades y experiencia, así como capacidad de organización, planeación, seguimiento y establecimiento de prioridades. Pero la realidad es que mientras el proyecto esté en la etapa inicial los recursos serán limitados, incluyendo el capital humano. Así que a falta de colaboradores, tendrás que desempeñar varios roles.
También es cierto que para tener éxito es esencial contar con ciertas habilidades y experiencia, así como capacidad de organización, planeación, seguimiento y establecimiento de prioridades. Pero la realidad es que mientras el proyecto esté en la etapa inicial los recursos serán limitados, incluyendo el capital humano. Así que a falta de colaboradores, tendrás que desempeñar varios roles.
Por lo tanto, debes estar preparado y capacitado en diferentes áreas, como saber los lineamientos de la operación, llevar un seguimiento puntal del control de calidad y tener conocimientos básicos de mercadotecnia, finanzas, recursos humanos, informática, ventas, etc.
Fortalezas y debilidades
Para iniciar con el pie derecho, primero descubre tu potencial en las áreas que integran el negocio. Comienza con lo básico: conócete a ti mismo. Esto significa saber qué tienes y qué te hace falta como individuo para llevar adelante tu idea. Identifica qué áreas necesitas reforzar o qué aspectos de tu carácter pudieran boicotear el desarrollo de tu empresa. Si bien todos tenemos nuestro talón de Aquiles, lo importante es detectarlo y evitar que perjudique tus planes.
Si cuentas con un socio, es clave que los hábitos de trabajo y objetivos respecto a la administración del negocio sean similares. Para tener un panorama más claro, pregúntate lo siguiente: ¿sus habilidades son equivalentes o complementarias? Ojo: tener diferencias no es un punto negativo. Al contrario, te permite distribuir la carga de tareas y abordar los problemas desde una perspectiva más integral.
Misión,
visión y objetivos
Es clave que establezcas el rumbo de tu compañía y lo que quieres alcanzar. Para ello, es necesario contar con la misión, visión y objetivos de tu organización. Ahora bien, ¿cómo definir estos valores?
- Misión es el motivo, propósito, fin o razón de ser de la existencia de tu empresa en la actualidad.
- Visión es lo que será más adelante, es decir, hacia dónde se dirige a largo plazo y en qué se debe convertir. Considera el impacto de las nuevas tecnologías, el surgimiento de necesidades internas, así como cambios en los patrones de consumo y en las condiciones del mercado, etc.
- Objetivos es el último paso y se trata de las metas que buscas lograr. Una vez definidos, podrás ejecutar tu plan de acción con más claridad y asignar responsabilidades a cada uno de tus empleados.
Recuerda que tienes que dar a conocer estos tres elementos a todos los miembros
de la compañía para crear pertenencia y cultura organizacional.
Haz crecer tu negocio
Capital, gestión y tecnología son las características básicas que te permitirán llevar a tu empresa hasta donde te lo propongas. Todo parte de la estructura organizacional, que te ayudará a asignar de manera adecuada las actividades y responsabilidades de cada trabajador, así como a resolver las siguientes interrogantes:
- ¿Cómo se va a dividir el trabajo?
- ¿Cómo se agruparán e interrelacionarán las distintas áreas que integran la compañía?
- ¿Cuáles son los procesos que se realizarán en tu negocio?
- ¿Qué perfil requerirá cada puesto?
Toma en cuenta que, en la etapa inicial, la relación con tus empleados será más estrecha. Y quieras o no te convertirás en el ejemplo o modelo a seguir del personal que integres. Por eso, es importante que día a día transmitas tus creencias, valores y actitudes, las cuales se convertirán en las bases de la naciente cultura organizacional de tu empresa.
Suma
colaboradores talentosos
“En la medida en que la organización crece, tendrás que incorporar talento y, por lo tanto, ceder funciones de mando. Entonces, tus competencias se encaminarán hacia: innovación, multitask, visionario, efectividad y gestión administrativa”, explica Zelaya. Para facilitar esta tarea y formar el mejor equipo, sigue las siguientes recomendaciones.
- Identifica a los mejores colaboradores. Los emprendedores talentosos contratan gente talentosa y los mediocres se hacen de los servicios de candidatos no tan buenos para sentirse superiores. El consejo es tener confianza en ti mismo, sólo de esta manera podrás formar un gran equipo.
- Contrata gente motivada. Lo más común es que busques personas con buenos antecedentes educativos, profesionales y con experiencia. Estos atributos dejan de ser importantes si el candidato no se entusiasma ni se compromete con el proyecto. Por eso, tienes que saber vender tu idea y, sobre todo, que te la compren.
- Consulta más referencias. No corras riesgos y busca fuentes adicionales a las que te proporcione el postulante que estás evaluando. Lo ideal es que sea una persona para quien el candidato haya trabajado y otra que haya colaborado para él.
- No inicies con una oferta. Hacer esto como punto de partida de la negociación es arriesgado, pues no sabes cuál será la reacción de la contra-parte. Una propuesta confirma lo que ambas partes han acordado. Por lo tanto, debe ser el último paso, no el primero.
- Mantente en contacto permanente. Una vez que hayas encontrado al candidato perfecto, debes ganártelo. Ve más allá y no te quedes sólo con ofrecerle un buen salario. Consejo: alimenta la relación con tus colaboradores a diario, tú decides cómo hacerlo.
Incentivos para motivar
Aplica estas estrategias realmente efectivas que te ayudarán a tener
trabajadores felices y productivos.
- El reconocimiento y el estatus son los verdaderos motivadores que mejoran el desempeño.
- Porque mientras el dinero puede servir para levan-tar el ánimo, una felicitación ante el grupo por el trabajo bien hecho resulta más satisfactoria.
- Crea situaciones que permitan a tu colaborador saber y sentir que consiguió una meta.
- Fomenta una atmósfera donde el empleado se sienta motivado y estimulado. Para ello, averigua qué le interesa a cada uno hacer en sus tiempos libres, cuáles son sus inquietudes, qué aspectos del trabajo le resultan emocionantes y cuáles le aburren.
- Incrementa la profundidad y el alcance de lo que el trabajador está desempeñando en este momento.
- Siempre ofrece retroalimentación, señalando tanto los aspectos positivos como los negativos.
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