No hay duda de las ventajas
que puede traer a una empresa contar con un entorno creativo. Sin embargo, la
sobrecarga laboral, la rutina y la presión diaria por sacar adelante el
negocio, así como el miedo al cambio son algunos de los principales asesinos de
la creatividad.
Como emprendedor, debes
aprender a ser creativo para aplicar y encontrar nuevos caminos y soluciones a
los problemas del día a día. Aunque es difícil encontrar la inspiración, te
damos algunos consejos que te pueden
ayudar a relajar tu mente y tener grandes ideas:
Sin
horarios fijos
Haz flexibles tus horarios,
levántate más temprano, sal más tarde o cambia el intervalo en que desayunas o
comes. Al cambiar la rutina diaria, te podrás encontrar con personas distintas
o en diferentes situaciones y actividades. Además, te ayudará a descubrir otros
ritmos y nuevas formas de trabajo.
Visitas
inesperadas
Los clientes siempre exigen
que el empresario piense, cree o modifique. Por ello, visítalos sin motivo
aparente. Por lo general, son personas creativas prácticas y económicas que te
darán su parecer y opinión sobre tus productos y servicios. Siempre están
dispuestos a dar ideas y éstas serán más sinceras si no están planeadas
previamente.
Habla
con nuevas personas
Siempre hay personas dentro
de tu empresa con quien no conversas habitualmente. Agendas, compromisos o
áreas de trabajo, son algunos de los factores que impiden tener diálogo con
algunos colaboradores. Es recomendable darse el tiempo para escuchar a los
miembros más distantes del equipo de trabajo. Como observadores de la rutina y
de la manera de operar de la empresa, pueden tener una visión útil y muchas
ideas para mejorar la compañía.
Comparte
con colegas
Un simple encuentro casual
con un colega o competidor puede ayudar a apreciar nuevas perspectivas del
mercado. Experiencias, anécdotas y preocupaciones se pueden compartir de manera
simpe y auténtica en un ambiente fuera de la oficina. Recuerda que con ellos
compartes no sólo desafíos, sino también dificultades. Date el tiempo y agenda
para reuniones informales en torno a un café.
Estudia
La capacitación constante
siempre es una excelente opción para un emprendedor. Es una inversión y un
nuevo capital para todo profesional. Aunque los conocimientos formales son muy
importantes, las universidades se caracterizan por albergar un sinfín de
personas que pueden serte útiles. Pensadores, estudiosos y jóvenes ingenuos
pueden fomentar que generes tus propias ideas. Por eso, tomar cursos o
diplomados constantemente te puede ser de gran ayuda.
Lee
mucho
Los beneficios de una buena
lectura son incalculables. El desafío es que optes por lecturas lejanas a tus
preferencias habituales como arte, geografía y deportes. Lee diferentes temas y
medios para estimular nuevas formas de pensar y obtener nuevos conocimientos.
Incorpora
juventud
Las mentes jóvenes están
desprovistas de reglas, vicios y temores. Por ello, siempre es una buena opción
contratar a un joven profesional o practicante e incorporarlo a tu equipo de
trabajo. Dale tareas, pregunta qué soluciones implementaría a problemas
puntuales, desafía su capacidad y, sobre todo, dale la oportunidad de exponer
sus ideas. La mente sin prejuicios de un joven puede dar nuevas formas de ver
la realidad.
Reuniones
Cambia la forma de realizar
reuniones, incluso sus temáticas. Haz reuniones informales para compartir ideas
e involucra al personal en la búsqueda de nuevos productos y servicios. En
ocasiones puedes implementar pequeñas pláticas para que colaboradores compartan
y se refuercen las relaciones del equipo. Un ambiente distendido siempre es
promotor de nuevas ideas.
Recuerda que la creatividad
es una forma de reordenar la realidad, encontrar nuevas rutas y soluciones a
problemas complejos. Además, da una
visión particular del mundo y del contexto. Una empresa creativa comienza cuando el emprendedor fomenta su propia
creatividad.
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