Enero es un mes especial:
las metas toman forma, se inician proyectos y... se pagan deudas. En México,
diciembre es un mes en el que el gasto aumenta, los centros comerciales están a
su máxima capacidad y las filas para pagar lucen eternas, pero al inicio del
nuevo año la tendencia se revierte y empieza un largo peregrinar hacia el
equilibrio financiero.
La Comisión Nacional para la
Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef)
explica que en diciembre los trabajadores reciben (y gastan) al menos 20% del
total de los ingresos anuales.
Una encuesta de la
consultoría Gfk arroja que el 40% de los mexicanos gastan los ingresos extra de
fin de año en la compra de regalos y en viajes de viajes de vacaciones,
mientras que el ahorro -aunque figura como objetivo- se convierte en un aspecto
secundario entre las prioridades de gasto.
"La gente prefiere
gastar el dinero de su aguinaldo en obsequios o en otras cosas, como salir de
vacaciones, en vez de utilizarlo para temas realmente importantes como los
relacionados con la salud", explica el reporte de la encuesta.
Por ello enero luce
desalentador, pues el nivel de ingresos se reduce y llega el momento de hacer
frente a los compromisos que se adquirieron luego de la cadena Buen
Fin-profecías mayas-Navidad-Reyes Magos.
Sin embargo, la resignación
no es la mejor opción; una vez que sabes que enero será un mes difícil puedes
tomar previsiones para que la cuesta sea menos pesada.
"Una prioridad es identificar si tu familia tiene
todo el vestido, accesorios y medicamento que necesita y contemplar además lo
que será necesario para el siguiente periodo. En último lugar debería quedar el
‘vamos a ver qué vamos a comprar para amenizar diciembre'. Estas palabras
podrían ser muy duras, pero no hay otra forma de ver las cosas si queremos
tener un gasto razonable", explica Juan Carlos Martínez Alvarado,
coordinador de la Licenciatura en Ingeniería Financiera del ITESO.
Para alivianar la carga en
el proceso de iniciar un nuevo año financiero echa un ojo a las siguientes
recomendaciones:
1.-
No está mal celebrar, aprovéchalo: Las fiestas de fin de año
sí implican gastos, pero salir a dar la vuelta a la plaza siempre es un gasto
mayor. Aprovecha y disfruta las fiestas a las que seas invitado para evitar los
ataques de compras de fin de año.
2.-
Planea tus pagos: Empieza a organizar los pagos que debes
realizar para que tengas un presupuesto de pagos, prioriza aquellos que generan
mayores intereses.
3.-
Contempla imprevistos: Cuando recibas tu aguinaldo destina una
partida al ‘por si acaso'. Al final de año no falta el amigo que te alienta a
manejar hasta la playa, y es mejor que este tipo de aventuras estén fondeadas
con esos recursos y no con los créditos.
4.-
Cuidado con la publicidad emocional: El fin del mundo, la
Navidad, el inicio de un nuevo año, todos son pretextos para que se generen
campañas que alienten al consumo, evita ser víctima.
5.-
Año nuevo, servicios nuevos: Analiza quiénes son tus proveedores de
servicios como televisión de paga, telefonía móvil, Internet, tarjetas de crédito
y nómina, y seguros. En el mercado siempre hay opciones menos costosas.
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