Uno
de los derechos laborales que más aprecian los trabajadores mexicanos es el
aguinaldo. De acuerdo con el artículo 87 de la Ley Federal del Trabajo, “los
trabajadores tendrán derecho a un aguinaldo anual que deberá pagarse antes del
día 20 de diciembre, equivalente a 15 días de salario, por lo menos”.
Esto
nos pone una mejor perspectiva económica para el cierre de este año y el inicio
del próximo. El problema es cuando echamos mano a ese dinero sin siquiera,
haberlo recibido. Esto es muy frecuente, pocas personas tienen el hábito de
planear sus finanzas.
En
los negocios, las entradas y salidas de dinero se consideran en la contabilidad
hasta que son realmente efectivas. Esta política es la que debemos de seguir en
el presupuesto familiar y personal, por lo que no debemos de anticiparnos a
gastar el dinero antes de tenerlo. Esto mismo aplica en todo tipo de ingresos
(aguinaldo, reparto de utilidades, la venta de un auto o una casa, herencias,
rendimientos o liquidación de inversiones).
Primero las deudas
El
primer objetivo que debemos cubrir al recibir el aguinaldo es el pago de
deudas. De hecho, este es el destino que más frecuentemente tiene el aguinaldo.
El
financiamiento debe servir para aprovechar oportunidades para las cuales no
contamos con el efectivo suficiente en ese momento, o como medio de pago
mediante el cual podamos aprovechar los planes de lealtad que brindan las
entidades financieras. La cuestión es evitar que el dinero se vaya en pagar
intereses, en vez de aprovecharlo en cosas más beneficiosas.
Hay
gente que compra sus regalos navideños “aprovechando” las ofertas con 24 meses
sin intereses, y es bueno beneficiarse de este tipo de promociones, pero el
problema es que pasarán los años y continuarán pagando los obsequios de las
navidades anteriores.
Para
el caso, debemos siempre evaluar el costo que implica el uso del crédito y
asegurarnos de que el beneficio del gasto sea mayor al tiempo que tardaremos en
pagarlo; si te vas a tardar más en pagar que en disfrutar, entonces lo mejor es
no gastar.
Arreglos en casa
A
veces nuestra casa requiere de algunos arreglos o remodelaciones y el aguinaldo
constituye una buena oportunidad para hacerlos. Aquí no debemos escatimar, ya
que se trata de nuestro hogar y las mejoras que hagamos al final resultarán en
darle valor a nuestro patrimonio.
En
este sentido, revisemos las instalaciones de agua, luz y gas, ya que puede
haber fugas o averías que no se ven a simple vista, pero que derivan en el
desperdicio de estos servicios o en daños a los aparatos electrónicos y
muebles.
Feliz Navidad
Las
fiestas decembrinas son las festividades más costosas de todo el año. La
cena navideña y los regalos exigen de
una cantidad que en ocasiones llega a duplicar el promedio gasto mensual y
muchas veces consumen el aguinaldo en su totalidad.
Recordemos
el objetivo de la Navidad y tengamos mayor convivencia con familiares y amigos.
Convengamos una cena en la que todos los invitados tengan una aportación, de
tal forma que todos se vean involucrados y, por lo tanto, los gastos serán
mucho menores. Enseñemos a los niños manualidades de tal forma que inviertan
tiempo y dedicación en sus regalos o para los adornos de la casa, en vez de
dinero.
Si
vamos a tomar parte de nuestro aguinaldo para hacer frente a los gastos de esta
temporada, entonces establezcamos un porcentaje definido (30%, por ejemplo) y
no nos pasemos de ahí.
Ahorro e inversión
No
importa qué queramos hacer con nuestro aguinaldo, siempre debemos destinar una
buena parte al ahorro y la inversión (al menos 20%). Este dinero puede abonar a
dos objetivos: fondo de contingencias y objetivos financiero de mediano y largo
plazo.
Para
el caso del fondo de contingencias, la idea es acumular de tres a seis meses de
ingreso familiar mensual. El dinero que esté destinado a este fin lo puedes
colocar en instrumentos financieros de muy bajo riesgo y que te den una
liquidez inmediata, como una cuenta de ahorros o un fondo de inversión; sólo
procura que la tasa de interés que te pague sea al menos equivalente a la
inflación (que en 2012 es de alrededor de 4%). Esto con la finalidad de que tu
dinero no pierda poder adquisitivo.Es importante entender que el dinero del
fondo de contingencias debe estar siempre disponible (para emergencias, por
supuesto), aunque no gane altos rendimientos.
Los
objetivos financieros de mediano y largo plazo son aquellos en los que podemos
trabajar a lo largo de cinco años o más, como la compra de un auto, el enganche
para una casa, los estudios universitarios de los hijos o para vivir un retiro
sin preocupaciones. Para eso, contar con un capital inicial como el aguinaldo
nos da acceso a instrumentos con mejores expectativas de ganancia.
Es
importante que acudas con un asesor financiero para que te ayude a definir tu
perfil de inversionista, y conozca tus objetivos financieros para que juntos
establezcan una estrategia de inversión que te lleve a lograr todas esas metas.
Tú
sabes qué haces con tu aguinaldo, solamente piensa que en el año no es común
recibir grandes cantidades de dinero, así que esta puede ser tu oportunidad
para tener una base de ahorro. Verás que con el tiempo, te será de gran
beneficio.
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