Si
tu compañía ya se ha sumado a la era digital, seguramente generas contenidos
como blogs, videos en YouTube y noticias, entre otros. Se trata de una buena
manera de generar más tráfico y atraer clientes o prospectos de negocios. De hecho,
una encuesta de MarketingProfits y el Content Marketing Institute reveló que el
90% de las compañías estadounidenses crea contenidos. Si formas parte de esta
tendencia sabrás que el material que compartas debe ser entretenido o útil para
que los usuarios lo encuentren atractivo.
Pero
también te habrás dado cuenta de lo difícil que puede ser generar información
relevante y que, al mismo tiempo, se traduzca en los resultados que buscas.
No
te preocupes, hay ciertas claves que tienes que dominar para renovar el
material que ya tienes. Lo primero que debes tener en mente es que cada pieza
es parte de un todo orgánico; piensa que los contenidos son como un ecosistema.
Aquí hay tres maneras de reinventar tu contenido:
1. Reorganiza. Quizá ya tienes una gran gama de contenidos en tu sitio,
desde reportes, encuestas y guías hasta investigaciones y videos. Si son
importantes para tus consumidores, entonces lo que sigue es organizarlos.
Sepáralos para poder captar una audiencia mayor. Si tienes un libro electrónico
(e-book), divídelo en artículos, blogs, posts o notas más pequeñas.
Otra
opción es hacer lo opuesto, reunir tweets, posts o comentarios de Facebook en
secciones más grandes. Es sencillo. Por ejemplo, si lanzaste una pregunta en
Facebook del tipo: “¿Cuál es el peor consejo de negocios que has recibido?”,
edita las respuestas y organízalas en un blog o un artículo. Consecutivamente,
puedes re-organizar series de posts y conjuntarlas con reseñas de libros para
crear un reporte más completo, como “Lo más relevante del año”. Una alternativa
es utilizar una herramienta como Storify para realizar curaduría o selec-ción
por tópicos que pueden ser relevantes para tu audiencia, y complementarla con
fotos y videos.
2. Reescribe. Refresca el contenido que siempre permanece inmutable:
la cronología, historia de la empresa e incluso, los blogs que tienen años en
la página pero siguen generando tráfico. Este tipo de información es la que
aparece frecuentemente en las búsquedas. Así que vale la pena reescribirla para
que permanezca vigente y sea interesante. De la misma forma, revisa tu
historial para encontrar material popular en el momento que lo lanzaste.
También
puedes redistribuir los contenidos, subirlos a tus redes sociales o anexarlos
como una nota relevante. Recuerda actualizarlos o, al menos, refrescarlos.
Piensa si puedes agregar nuevos datos, estadísticas, aprendizajes o cualquier
otra información que sea importante. Publica la versión más reciente en tu
sitio y, en vez de quitar la anterior, empátalas para generar más visitas.
Aplica
esta misma estrategia para todo el contenido. Añade información en posts,
artículos o crea documentos que requieran los datos del usuario para
descargarlos. Incluso, una buena idea es crear distintas versiones cuando tu
mercado esté compuesto por targets diferentes.
3. Mezcla. Esto significa reformular el contenido de manera que
tenga un nuevo formato, ampliando las ideas del material original pero
expresándolas de forma diferente. Por ejemplo, toma la grabación de un seminario
y trascríbela (puedes usar un servicio como Audioatexto), después usa la
información para crear un blog o una nota. Otra opción es entrevistar a alguien
vía Skype y subir el audio descargable.
También
puedes crear un video con citas de clientes o casos de estudio, mostrando cómo
tus productos o servicios les funcionan en sus negocios. Y, por qué no, junta
las fotos de la compañía, así como de algunos eventos en los que hayas
participado y crea una presentación utilizando herramientas como Animoto.com. Las
opciones son ilimitadas.
Hay
muchas herramientas que puedes utilizar para reorganizar el material que ya
tienes. Por ejemplo: calendarios en línea como WordPress Plugins –que te
permiten tener un control del contenido de tu sitio– o Google Docs –para acceder
a servicios en la nube–. Toma en cuenta que muchas veces la mejor manera de
desarrollar contenido es la más simple, barata y en ocasiones descartada: la
imaginación.
Por Ann Handley
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