martes, 7 de mayo de 2013

Los 10 pecados financieros


Los 10 pecados financieros
En el caso de las finanzas, los pecados son 'puntos negros' que afectan a la conducta del ahorrador y su reiteración puede terminar con las arcas de cualquier emprendedor.

A continuación te mostraremos los diez pecados financieros en que suelen caer:

1. La lujuria

En el ámbito financiero, la lujuria puede traducirse como un consumo desenfrenado, lo que comúnmente se conoce como "comprar por puro placer”. El destino más habitual de este tipo de comportamientos suele ser la deuda y la quiebra. El antídoto contra la lujuria es una mezcla de planificación y control financiero que limite esos gastos hasta cierto punto compulsivos o que, por lo menos, nos permita ser conscientes de ellos y de su influencia en nuestras cuentas.

2. La gula

Éste es el pecado de los consumidores compulsivos, a diferencia de que, en este caso, siempre se trata de un consumo que supera lo estrictamente necesario y las posibilidades económicas reales. Una vez más, el control y la planificación son las mejores armas para combatir este vicio y elaborar un presupuesto la mejor estrategia.

3. La avaricia

La avaricia vuelve a hacer referencia a los excesos, aunque en este caso sólo los que tienen que ver con la adquisición de riquezas. Hay que tener cuidado con ambicionar más de lo que cada uno puede afrontar.
En este punto ya no sirven la planificación y el control, sino fijarse metas realistas de acuerdo con las necesidades y recursos que poseemos. Desde un punto de vista inversor, la avaricia actúa de forma diferente y nos incita a cometer errores como dejar correr demasiado las ganancias y no cortar las pérdidas a tiempo.

4. La pereza

Es uno de los mayores enemigos de las finanzas personales pues se opone a una máxima para el buen control de tus finanzas  Se debe dedicarle tiempo para formación y añadir el esfuerzo de investigación para saber en qué se gasta el dinero o en dónde invertir.

5. La ira

Suele aparecer cuando los planes no se desarrollan según habíamos previsto o, más habitualmente, cuando no hemos sido capaces de controlar ciertos impulsos consumistas. Su mayor peligro puede ocurrir en el ámbito de la inversión bursátil, donde las decisiones precipitadas tienen grandes y espontáneas repercusiones.

6. La envidia

Es uno de los pecados más peligrosos para nuestras finanzas personales, que reciben ese nombre porque deben ajustarse a la economía de cada persona, no a la de sus ‘vecinos'. Sin embargo, es muy común ver cómo hay personas que viven por encima de sus posibilidades o llevan a cabo actos financieramente erróneos sólo por imitación. Un presupuesto rígido y bien ordenado puede ser la solución.

7. La soberbia

Las posibles consecuencias de ser demasiado orgulloso en el ámbito financiero e inversor pueden ser nefastas. La soberbia puede hacer que no seamos capaces de admitir nuestros propios errores y que no acudamos en busca de ayuda de los especialistas para las inversiones y de amigos en momentos de apuro económico. En este caso, la mejor fórmula para combatir la soberbia son la información y la planificación, así como contar con un fondo de previsión por si cometes este pecado.

8. La ignorancia

La ignorancia no sólo tiene que ver con educarse acerca del manejo de las finanzas personales, también se puede extender al desconocimiento de nuestros hábitos de consumo y de la manera en la que gastamos nuestro dinero.

9. La inconsistencia

Muchos son los que empiezan el año realizando un control activo de su dinero y lo dejan en apenas dos meses, cansados del esfuerzo que supone. Es un pecado muy común.

10. El ansia

El ansia se traduce en buscar conseguir resultados rápidos y de forma inmediata, algo que no siempre es posible. Esto puede llevarnos a estar enfadados y a tomar decisiones desacertadas, como abandonar la gestión que venías haciendo.


Vía: SoyEntrepreneur

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