El jefe practica la gerencia autoritaria y que sólo habla
con sus empleados cuando las cosas salen mal, hace tiempo se descartó en
las empresas de clase mundial que se prestan de modernas y eficientes.
La tendencia totalmente recomendada como exitosa es contar con un
gerente motivador, capaz de entusiasmar a su personal, aquel tipo de
jefe con quien da gusto trabajar.
Si deseas ser un excelente empresario, no está demás que te preocupes
por establecer todas las bases para desarrollar una buena relación entre
tus gerentes y sus subordinados. Así ellos le recompensarán siendo más
productivos. Crea lazos de lealtad entre la empresa y su gente. Al fin y
al cabo, qué es la gerencia sino el manejo sabio de las personas.
La forma como la gerencia trate a sus empleados es exactamente igual a
la forma como ellos tratarán a los clientes. Y si los asociados tratan
bien a los clientes, éstos regresarán una y otra vez, y es allí donde
realmente residen las utilidades de la empresa.
A continuación te entregamos una serie de claves que un buen gerente
puede realizar para fomentar la motivación de sus trabajadores:
1. Haz interesante el trabajo.
Todo buen gerente debe hacer un
análisis minucioso de cuanto cargo tenga bajo su control. Para ello,
recuerda hacerte constantemente esta pregunta: "¿puedo enriquecer este
cargo para hacerlo más interesante?.
Ten en cuenta que hay un límite al desempeño satisfactorio que puede
esperarse de personas ocupadas en tareas muy rutinarias. Es muy común
que nos encontremos frente a personas que al ejecutar constantemente la
misma simple operación sin cesar, desemboque rápidamente en la apatía y
el aburrimiento de éstas. ¡Evita que esto suceda!
2. Relaciona las recompensas con el rendimiento.
Hay muchas
razones por las cuales los gerentes tienden a ser reacios para vincular
las recompensas con el rendimiento. Primero y principal, es mucho más
fácil acordar un mismo aumento de sueldo para todos. Este enfoque suele
implicar menos trajín y además requiere poca justificación. La segunda
razón podría estar ligada a los convenios sindicales, los cuales suelen
estipular, que a igual trabajo debe pagarse igual salario. Suele ocurrir
en otros casos que la política de la organización determina que los
aumentos de salarios responden a ciertos lineamientos, no vinculables
con el rendimiento.
Todas estas situaciones no son muy adecuadas para mejorar el
rendimiento. Procura segmentar o personalizar las recompensas que
otorgues frente a un buen resultado obtenido.
3. Proporciona recompensas que sean valoradas.
Muy pocos
gerentes se detienen alguna vez a pensar qué tipo de retribuciones son
más apreciadas por el personal. Habitualmente los administradores
cometen el error de pensar que el pago es la única recompensa con la
cual disponen y creen además, que no tienen nada para decir con respecto
a las recompensas que se ofrecen. Es creencia general que sólo la
administración superior puede tomar estas decisiones.
Vale destacar a modo de ejemplo al empleado a quien se le asigna para
trabajar en determinado proyecto o se le confía una nueva máquina o
herramienta. Seguramente éste valoraría mucho este tipo de recompensa.
Podría decirse que lo mas importante para un buen jefe es que saber
contemplar las recompensas con las que dispone y saber además qué cosas
valora el subordinado.
4. Trata a los empleados como personas.
En el mundo de hoy tan
impersonal, existe el pensamiento erróneo en el mundo empresarial que
tiende a tratar a los empleados como si fueran meras cifras en las
computadoras. Debes siempre saber que este tipo de interacción entre el
jefe y sus dirigidos es totalmente improductiva para la empresa.
Es de suma importancia no te preocupes por tratar a todos los
trabajadores del mismo modo, puesto que a casi todas las personas les
gusta ser tratadas como individuos personalizados. De este modo todos
tus empleados serán más productivos. Incluso hay algunos expertos que
plantean que mientras mejor trates a tus empleados, mejor será el trato o
servicio que éstos entreguen a tus clientes.
5. Fomenta la participación y la colaboración.
Los beneficios
motivacionales derivados de la sincera participación del empleado son
sin duda muy altos. Pero pese a todos los beneficios potenciales, sigue
habiendo supervisores que hacen poco para alentar la participación de
los trabajadores. Preocúpate por remediar esta situación en tu negocio.
6. Ofrece un feed-back preciso y oportuno.
A nadie le gusta
permanecer a oscuras con respecto a su propio desempeño. De hecho un
juicio de rendimiento negativo puede ser preferible a ninguno. En esta
situación, una persona sabrá lo que debe hacer para mejorar. La falta de
retroalimentación suele producir en el empleado una frustración que a
menudo tiene un efecto negativo en su rendimiento.
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