El cerebro humano funciona de manera sorprendente,
cada segundo una tarea es determinada, desarrollada y, en ocasiones, concluida.
Miles de ideas son asimiladas, algunas muy brillantes y otras no. Sin embargo,
alguna vez se han preguntado ¿cuántas de ellas realmente se concretan? Para el
90% de la humanidad ninguna, mientras que para el 10% sí y son aquellos
empresarios, emprendedores y, en algunos casos,
los dueños del mundo, que por una sola idea, cambiaron el concepto de hacer
negocios.
A lo largo del día sentimos fluir
buenas ideas, sin embargo el no ponerlas en práctica hace que se olviden casi
inmediatamente.
El joven escritor Pau García-Milá
te encaminará a hacer tus ideas exitosas con esta pequeña guía.
1. Observa el entorno
Muchos se preguntarán qué observar de
su día a día cuando la rutina gana. Sin embargo, la respuesta se encuentra ahí,
en la rutina. Siempre mira a tu alrededor cuando vas de camino al trabajo, ya
sea en coche o en transporte público, de la cotidianidad y de las
necesidades básicas surgen las mejores ideas. Recuerda que la funcionalidad es primordial para hacer de una idea, un
éxito.
2. Haz las preguntas correctas
Una vez que hayas tenido la idea,
asegúrate de alejar al peor enemigo: tu negatividad. Una vez que
lo hayas logrado, comienza por realizar las preguntas correctas para saber si
tu idea es factible o no. Por ejemplo: ¿Cuál es el objetivo de esta idea?
¿Existen otras ideas similares? ¿Qué es lo que se ha hecho sobre este tema?
¿Cómo podría llegar al objetivo? ¿Qué se tiene qué hacer?
3. Explícalas
Es necesario responder a la pregunta
adecuada de manera objetiva para saber si la idea es viable o no. Una opción
que podría ayudar en esta objetividad es realizar un feedback
(retroalimentación) con personas de tu círculo personal y laboral.
Sin embargo, debes tener cuidado a quién se lo vas a pedir. De nada servirá
solicitar un feedback a una persona negativa por naturaleza o alguien que es
conocido por su envidia a lo innovador. Asegúrate de obtener una buena
retroalimentación.
4. Saca una conclusión
Una vez que hayas terminado ese
proceso, el siguiente paso es llegar a una conclusión sobre tu idea: es viable o no. Si no lo es, no te desesperes,
lo que sobran son iniciativas y, seguramente, encontrarás alguna que sea funcional. Si tu respuesta fue afirmativa, lo que sigue es saber qué
hacer para que tu idea triunfe.
Recuerda, no hay ideas malas, lo importante
es aprender a emplearlas y después de estos consejos irás camino al éxito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario