Estar al frente de un gran equipo no significa tener el salario más alto
o la mejor silla de la oficina, representa un primer reto: ¿cómo conquistar a
tus colaboradores? Para John Linehan, presidente y CEO de Zoo New England,
alcanzar esta meta implicó empezar desde abajo de la organización, que hoy
cuenta con 180 empleados. John fue contratado en 1981 como un simple
trabajador, “un puesto por debajo de los encargados de atender el parque”,
dice. Y no fue hasta 2001 cuando logró subir a su posición actual.
“He hecho absolutamente de todo, esto incluye el trabajo sucio y pesado”,
afirma Linehan. Durante sus tres décadas de carrera laboral con Zoo New England
(que opera el Franklin Park Zoo de Boston y Stone Zoo de Stoneham, Massachusetts),
John ha dado respiración de boca a boca a un gorila, ha sido perseguido por una
cabra asiática de montaña y ha ayudado a una cebra a dar a luz.
Por si fuera poco, en 2003, cuando un gorila de 136 kilogramos (paradójicamente
llamado Pequeño Joe) se escapó, Linehan lo persiguió con una pistola de
tranquilizantes. Es evidente que para el directivo iniciar desde
abajo en la empresa tuvo un beneficio doble: por un lado, sus empleados
saben que conoce perfectamente su trabajo y, por otro, reconoce los retos de
cada posición en el organigrama.
“Hasta el intendente de limpieza tiene que saber que su trabajo es esencial
para la organización”, explica John. Pero cuando no empiezas desde abajo,
ganarte el respeto de tus colaboradores puede representar todo un desafío. Por
ello, aprende a escuchar con la menta abierta, comunícate de manera honesta,
conoce a tus empleados y nunca olvides tratarlos con respeto, aconseja el CEO.
Para Linehan, quien ha aprendido que las buenas ideas pueden provenir de cualquier
parte dijo que “existe una gran diferencia entre ejercer el poder inherente a
un puesto directivo y ganarte el respeto de tu gente”. De ahí que brinda la
oportunidad a todos los miembros de su equipo de acercarse cuando tienen una
idea para mejorar los procesos.
Eso no significa que tengas que ceder, debido a que no es la forma de ganarse
el respeto. La clave está en lo siguiente: ser realmente genuino, escuchar a
los demás, ser honesto y brindar retroalimentación a los colaboradores. Recuerda
que es esencial decir las cosas directamente, porque al final no puedes ser un
buen líder si no eres un buen comunicador. Por ello, John agenda una
reunión mensual con todos sus empleados.
Todas estas cualidades cobran mayor relevancia en los momentos más difíciles.
“Al final, cuando superas las etapas complicadas, te das cuenta de que puedes
confiar plenamente en esa relación increíble que has desarrollado con tus
colaboradores”. El respeto radica en la autenticidad. Sin ella, incluso el jefe
más capaz pierde credibilidad. “Es un recurso infalible, difícil de recuperar
una vez perdido”, concluye el CEO del zoológico de Boston.
Lucero García Pérez
lucero@cmmx.com.mx
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