Los expertos recomiendan 4 preguntas que debes hacerte antes de que abandones tu empleo; los empleados necesitan planear lo que harán después de dejar su trabajo, dicen especialistas.
Aunque existe cierto miedo a perder el trabajo, en México ese sentimiento prevalece en casi 3 de cada 10 personas, según la cuarta encuesta mundial (Workmonitor) realizada por la firma Randstad. La otra cara de la moneda es que 7 de cada 10 está en busca de nuevas ofertas laborales.
La situación es difícil y la gente sabe que debe cuidar el empleo. Sin embargo, llega un momento donde la ‘liga' se rompe. Un empleado harto, desmotivado por el escaso apoyo en su oficina o por el ambiente, no da marcha atrás. Es cuestión de meses para que deje la oficina. Eso sucede en 2 de cada 3 casos, es muy raro que se quede, aun cuando le ofrezcan un poco de aumento.
Lo "cero recomendable" es tomar esa decisión sin calcular las implicaciones. Renunciar de un día para otro, sin evaluar cuestiones como ingresos, impacto personal y nuevas ofertas, podría ocasionar, a la larga, que la gente se siente más deprimida o perjudicada. Para dar ese paso, hay que garantizar que agotaste todas las alternativas antes de decir adiós al actual empleo.
Para confirmar que estás preparado, antes de dirigirte a tu jefe con la noticia de que "te vas", toma tu tiempo para plantearte las
siguientes preguntas.
1. ¿Dónde está la mayor frustración?
Identificar qué te tiene al borde un ‘ataque' de nervios en la oficina, es el primera paso para saber si existe una posibilidad de quedarte en el empleo, si aún te interesa. ¿Se trata de la gente, tu jefe directo, frustración por no poder crecer, mala paga? Según el conflicto, es la acción que necesitas tomar.
2. ¿Tengo un plan realista?
Decir que un amigo podría ‘jalarte' a su empresa en corto tiempo, no es suficiente.Debe existir un panorama de qué ocupará tu nuevo proyecto laboral.Sea que haya una oportunidad concreta, u optes por realizar otros quehaceres profesionales (como trabajar en un negocio propio). Hay que planear el presupuesto, y si en casa hay infraestructura para solventar un periodo de operación desde el hogar.
Hay personas que renuncian con la idea, por ejemplo, de dedicar ese tiempo a titularse o realizar algún estudio. Pero si no cuentan con los recursos para mantenerse, o es una decisión que no ha sido consensada con la familia, como en los matrimonios, la situación puede volverse difícil porque, lógicamente, habrá un cambio temporal de hábitos.
3. ¿Cuento con suficiente dinero ahorrado?
Susan Hirshman, asesora financiera, con experiencia en empresas como JP Morgan, asegura que antes de asumir decisiones drásticas, como dejar un empleo, es conveniente tener una planeación financiera; un ahorro de, por lo menos, un año. A ello se agrega no tener deudas fuertes por cubrir, como tarjetas de crédito, hipotecas, colegiaturas, etcétera.
4. ¿Es momento para abandonar el trabajo?
Si después de considerar cuáles son los problemas que te tienen "un pie fuera del trabajo", no está entre tus planes reconsiderar la idea de irte, hay una recomendación vital, elegir el momento adecuado.
Es cierto, tal ves ese (momento) nunca llegará entre varios encargos, pero sí es mejor salir en una fecha en que no existe un gran proyecto de por medio. Por ejemplo, revisión de análisis, entregas finales de resultados, lanzamiento de una nueva campaña.
Además, incluso, hay quienes esperan a que la organización entregue los bonos, en ese caso también vale esperar, o podría pensarse que sólo esperas la compensación. El medio laboral es pequeño y hay que moverse inteligentemente en él, pues nunca se sabe cuándo podrías necesitar de tu anterior empresa.
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