El bullying laboral, mejor conocido como mobbing es un
problema tan antigüo como el trabajo
mismo, sin embargo en últimas décadas ha cobrado importancia en el ámbito de Recursos
Humanos como una de las mayores amenazas al equilibrio de cualquier trabajador
y de cualquier empresa.
En 2012 OCCMundial encuestó a más de 2 mil profesionistas
para obtener cifras sobre el mobbing en México, y encontró que el 51% de los
encuestados habían sido víctimas de acoso laboral en algún momento de su vida.
Por su parte, en una encuesta global que realizó la firma de soluciones de recursos humanos Monster.com.mx, 55% de los participantes
mexicanos reconoció haber sufrido de maltrato o abuso en su lugar de trabajo,
mientras que la mitad de los empleados que no lo habían experimentado en carne propia,
sí presenciaron otros casos.
La encuesta reveló también que Europa ocupa el primer puesto
en la incidencia de bullying, con 83%, seguido del continente americano, con
65%, y Asia, con 55%.
La Organización Mundial de La Salud define mobbing como una
situación de violencia o acoso recurrente dirigida hacia una persona con el
objetivo de aislarlo de un grupo laboral; se caracteriza por conductas crueles
y hostiles que se convierten en una tortura psicológica para la víctima.
Algunas manifestaciones pueden ser:
Las consecuencias para las víctimas de este tipo de abuso se
traducen en problemas psicológicos como angustia y depresión; físicos como
pérdida de peso, dolores de cabeza o insomnio; laborales como caída del
rendimiento, absentismo, y sociales como problemas familiares y pérdida de
relaciones interpersonales.
Pero también las empresas pierden: el mobbing es una de las
causas principales de la baja productividad, el absentismo y la rotación de personal.
Por ello cada vez más compañías implementan programas internos para denunciar y
prevenir conductas laborales inapropiadas, y por su parte, instituciones de
protección a los derechos de los trabajadores abren espacios para denunciar
abusos.
Si en tu lugar de trabajo has sido objeto de conductas
agresivas recurrentes, es momento de actuar para ponerle fin y evitar que
afecte tu vida profesional y personal. OCC te da 3 consejos para enfrentarlo:
1. Identifica el abuso
Un compañero o compañera de trabajo que frecuentemente te critica,
te excluye de reuniones importantes, te oculta información, difunde chismes o
rumores sobre tu persona o se adjudica créditos por tu trabajo puede estar
haciendo mobbing en tu contra.
En general el propósito principal de estas actitudes será
desplazarte o dejarte ‘fuera de la jugada’ y obtener beneficios para su
persona.
El primer paso para detener este tipo de conductas es
analizar fríamente cómo es el comportamiento de esta persona. ¿Se comporta así
con otros colegas o sólo contigo? ¿Es persistente en sus conductas o son
eventuales? ¿Realmente afecta tu trabajo o simplemente es incómodo?
Es de vital importancia evaluar la situación para
identificar si la persona que nos molesta tiene claras intenciones de
perjudicar nuestro trabajo o solo es una persona conflictiva que incomoda a
otros compañeros, en este caso ignorar y evitar a la persona puede ser la mejor
estrategia. Sin embargo, si su conducta realmente está repercutiendo en nuestro
desempeño es necesario actuar al respecto.
2. Confróntalo
Mientras más profesional sea nuestra actitud en la oficina,
podremos manejar nuestras relaciones laborales con mejores resultados. Es
importante evitar ponernos emocionales y ponerle un límite al abusador
conservando el control.
No te conviertas en un blanco fácil, cuando una persona
malintencionada busca perjudicar tu trabajo es importante que expreses
abiertamente que no te agradan sus actitudes. Por ejemplo, si una persona hace
comentarios agresivos frente a otras personas es apropiado frenarlo con un “Me
parece que el tono de tu comentario no es apropiado”.
No ignores el abuso ni lo dejes pasar, actúa con
inteligencia, domina la emoción y expresa firmeza.
Sé fuerte y demuéstrale a esa persona que no te agrada su
actitud y que no vas a permitirla.
3. Denuncia
Lo más apropiado cuando una situación de mobbing se está
saliendo de control o está mermando tu desempeño es comunicarlo con tu jefe
inmediato o departamento de recursos humanos.
Es importante que lleves argumentos sólidos y evidencias de
que el trato con esta persona está afectando tu trabajo. Nuevamente evita que
te domine la emoción al expresar tu descontento, recuerda que eres una persona
adulta, capaz de comportarse de manera profesional.
Mientras más racional y controlada sea tu denuncia será más
fácil ser escuchado por la empresa y demandar una solución.
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