¿Alguna vez has pensado que tienes el chiste perfecto, y al compartirlo
con un colega no causó gracia alguna? O peor, ¿ofendiste a alguien? Checa como puedes crear un ambiente laboral
humorístico con estos útiles consejos.
1. Conoce a tu audiencia
“Todas las personas tienen distintos niveles de sentidos del humor”, dice Dan
Nainan, un ex ingeniero de Intel que se convirtió en un comediante de stand-up
profesional. Sólo porque algunas personas encuentren algo gracioso, no
significa que todos lo harán.
Por ejemplo, en Intel Nainan era famoso por las imitaciones que hacía de su
jefe, por lo que le propusieron hacerlas en la conferencia anual de ventas. Había
hecho su show frente a varios ejecutivos, y a todos les había encantado, pero
no se lo había dicho a su jefe antes… y a él no le pareció nada gracioso.
“Lo que un comediante puede usar en un programa de televisión o en un club de
comedia podría ser completamente inapropiado en el espacio de trabajo”, dice
Nainan. “Lo que importa es cómo afecta a alguien más”, dice. “En la oficina
debes hacerlo con mucha cautela. Las pérdidas o molestias generadas por un
chiste pueden ser mucho mayores que los beneficios de ser gracioso”, destaca.
“Si estás en duda de si es o no apropiado, no lo hagas”.
Ser gracioso en el trabajo no es lo mismo que tener un acto de stand-up. “Para
empezar, no deberías tratar de dominar la conversación con tus bromas”,
advierte Jennifer Dziura, experta en educación y escritora en GetBullish.com.
Sin embargo, también destaca que las habilidades que ha aprendido de la comedia
como saber a quién ver, controlar la sala y ser una oradora dinámica, le han
ayudado en situaciones donde debe hablar en público, como en las
entrevistas.
2. Hay un lugar para el humor
Y ése lugar puede ser durante una presentación o demostración. Las personas con
experiencia en la comedia, complementadas con otra área de expertise, son muy
demandadas en los eventos de capacitación o en las presentaciones técnicas,
dicen Dziura y Nainan.
“Si haces la misma capacitación una y otra vez, puedes usar las mismas bromas”,
dice Dziura. Los comediantes de stand-up generalmente tienen unos cuantos
chistes que usan en ciertas situaciones.
3. No fuerces la gracia
Bob Kulhan, un comediante improvisador profesional, enseña improvisación de
negocios en la Universidad Duke, así como a empresas en todo el mundo. Él cree
que la comedia y los negocios pueden mezclarse, pero sólo cuando la comedia
surge de una respuesta espontánea del momento.
“El humor en el espacio de trabajo no se trata de forzar el ser gracioso. Se
trata de dejar que lo gracioso ocurra y después tomar ventaja de cuando lo es”,
explica. “Al hacerlo espontáneamente, surge un nivel de honestidad y
vulnerabilidad. Y esas cualidades son muy bienvenidas en los negocios”, añade
Kulhan.
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