Hacer planes para mantener tu negocio en marcha si eres golpeado por un autobús -o simplemente quieres jubilarte súbitamente- no es fácil. El éxito de cualquier empresa se construye con "sangre, sudor y lágrimas", dice Jane Johnson.
Kathleen Richardson-Mauro concuerda: "Así que muchos Ceo, en lugar de afrontar la realidad del futuro de su empresa sin ellos, siguen adelante como si nada fuera a cambiar".
Este par de mujeres habla a partir de años de experiencia. Son socias en Richardson-Mauro & Johnson, una empresa de consultoría con sede en Boston que ayuda a los dueños de negocios a planificar una transición sin problemas a la vida después del emprendimiento. Richardson-Mauro ha sido propietaria de cinco empresas distintas, y Johnson vendió su práctica contable después de 14 años.
Ahora, han convertido algo de ese conocimiento en un libro, ‘CashingOut of Your Business' y un sitio web de autoayuda, Business TransitionAcademy. Estos son tres consejos para alistar tu jubilación:
1. Descifrar cómo luce una vida feliz fuera de la empresa.
Mirar hacia el futuro significa destinar tu atención a otros intereses, ya sea pasar más tiempo con la familia, ponerte al día con la lectura, o tomar tiempo para viajar. Dedicar un poco de tiempo a esto ahora "te proporcionará dirección y te permitirá minimizar los arrepentimientos después", dice Johnson.
Los empresarios necesitan ser testarudos acerca del dinero también en esto.
"Haz un balance de los activos que has acumulado fuera de la empresa, así como la cantidad de dinero que necesitarás extraer de la empresa para financiar el resto de su vida", sugiere Johnson. Luego, haz un calendario concreto para el retiro de ese dinero de la empresa, colócalo en una cuenta de jubilación con impuestos diferidos, un certificado a 5 años o un bono a 10 años. De esa manera, ni tú ni tus herederos podrán gastarlo fácilmente.
2. Si se trata de una empresa familiar, sé muy cauteloso.
Richardson-Mauro señala que la mayoría de las empresas en Estados Unidos son empresas familiares. "Naturalmente, los propietarios a menudo quieren 'mantenerlo todo en familia', pero eso no siempre funciona", dijo.
Un error común: distribuir la propiedad en partes iguales entre los hijos, aunque no todos hayan tomado un papel activo en el negocio. "Sé honesto acerca de lo que realmente es mejor para la empresa y sus empleados", dice Johnson.
Considera la posibilidad de preparar a un hombre de confianza para asumir el control cuando tú te retires. También es posible que el futuro de tu negocio dependa de alguien a quien todavía no has conocido.
3. Comienza a hacer un plan de sucesión ahora.
Muchos propietarios de negocios posponen las cosas hasta que reciben una oferta de compra no solicitada, o su mundo es sacudido por un evento que les cambia la vida, como una enfermedad o lesión, antes de que empiecen a pensar en lo que viene. El problema es que la toma de decisiones bajo presión rara vez funciona tan bien como tomar su tiempo y pensar las cosas con anticipación.
"El cambio es natural en cada parte de la vida", Richardson-Mauro observa. "Si lo planificas, tienes más control y más probabilidades de lograr un resultado que te haga feliz".
Richardson-Mauro señala que la mayoría de las empresas en Estados Unidos son empresas familiares. "Naturalmente, los propietarios a menudo quieren 'mantenerlo todo en familia', pero eso no siempre funciona", dijo.
Un error común: distribuir la propiedad en partes iguales entre los hijos, aunque no todos hayan tomado un papel activo en el negocio. "Sé honesto acerca de lo que realmente es mejor para la empresa y sus empleados", dice Johnson.
Considera la posibilidad de preparar a un hombre de confianza para asumir el control cuando tú te retires. También es posible que el futuro de tu negocio dependa de alguien a quien todavía no has conocido.
3. Comienza a hacer un plan de sucesión ahora.
Muchos propietarios de negocios posponen las cosas hasta que reciben una oferta de compra no solicitada, o su mundo es sacudido por un evento que les cambia la vida, como una enfermedad o lesión, antes de que empiecen a pensar en lo que viene. El problema es que la toma de decisiones bajo presión rara vez funciona tan bien como tomar su tiempo y pensar las cosas con anticipación.
"El cambio es natural en cada parte de la vida", Richardson-Mauro observa. "Si lo planificas, tienes más control y más probabilidades de lograr un resultado que te haga feliz".
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