viernes, 14 de marzo de 2014

Como liberar a tu emprendedor interno


La mayoría de los profesionales que consideran iniciar su propio negocio temen este cambio. Tener un negocio propio implica una gran cantidad de trabajo y de aceptación de que las aguas serán turbias en el camino. Debes tener la voluntad de esquivar las olas y seguir avanzando. 


Si piensas que estás listo para dar este salto, hazte estas seis preguntas: 

¿Crees que todo es posible?
Si no lo crees, no renuncies a tu empleo e invierte más tiempo en cambiar tu mentalidad. Los dueños de negocios necesitan tener una creencia sólida en lo que hacen y creer que lo imposible puede ser real. Siempre habrá obstáculos en el camino; cuando una duda se te presente y ponga a prueba tu compromiso, debes creer para salir adelante. Si tiendes a ver el lado negativo de las cosas o te das por vencido fácilmente, entonces no estás listo para embarcarte en la aventura de crear tu propia empresa. 

¿Crees que eres capaz? 
Si no lo crees, nadie más lo hará, incluyendo los clientes e inversionistas. Creer en lo que haces y en que eres capaz de ejecutarlo son los ingredientes clave para vender tu negocio. Si careces de estas creencias, busca en lo más profundo si la desconfianza es en el negocio o en ti. En cualquier caso, trabaja en fortalecer esa creencia. 

¿Cuál es tu propósito?
 Si tu razón para emprender es únicamente el ser tu jefe o porque piensas que ganarás mucho dinero, te estás dirigiendo al fracaso. Es imperativo que los emprendedores tengan un propósito que vaya más allá de sí mismos. Claramente tu negocio también debe servirte, pero ésa no es una buena razón para emprender. 

¿Qué tan bien reconoces cuando necesitas ayuda? 
No importa qué tan inteligente seas o cuánta voluntad tengas en algún punto de tu carrera necesitarás la ayuda de los demás. Ya sea al reconocer que requieres contratar a un asistente o a un encargado de marketing, darte cuenta que necesitas ayuda y pedirla es vital para el éxito. Eres una sola persona y el día sólo tiene 24 horas. Delegar no es únicamente necesario, sino que te convierte en un líder sabio y exitoso. 

¿Qué tan dispuesto estás a promoverte?
Cuando me entrenaba para ser un coach, me preocupaba cómo promover mi negocio. Nunca me vi como un vendedor y siempre me sentí incómodo vendiendo. Mi maestro en ese entonces me dijo algo que cambió mi vida y mi habilidad para ser emprendedor. Me explicó que las ventas y el marketing no son más que compartir información sobre ti y tu negocio. Después dijo que si disfrutaba diciéndoles a las personas qué hacer, era un vendedor natural. Concluyó que compartir información de tu negocio es lo mismo que vender. Lo que añadiría es que: las ventas y el marketing también se tratan de identificar qué puedes hacer por mejorar la vida de los demás. 

¿Realmente tienes estómago para lo que viene?
Algunas personas olvidan los retos que involucra ser emprendedor. Por un lado, significa ganar suficiente dinero para mantener al negocio, a ti y a tu familia. Y por otro, entender que el éxito o el fracaso depende de ti. Si sientes que no eres capaz de hacerlo y al mismo tiempo cuidar tu salud y mantener tu vida personal, quizás no es el momento para arrancar. 

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