Después de revisar perfiles de muchos candidatos y seleccionar a quienes,
al parecer, cuentan con los conocimientos y habilidades necesarios para
ocupar un lugar en tu empresa, es momento de realizar las entrevistas,
una de las herramientas más útiles en el proceso de reclutamiento.
Es
importante tener en cuenta que además de corroborar y obtener mayor
información de la experiencia de nuestro candidato a lo largo del
desarrollo de una entrevista de trabajo,
mediante una serie de preguntas, también podremos conocer aspectos
interesantes de su personalidad a través del lenguaje corporal.
Si bien no hay un
manual infalible que sirva de guía para detectar “focos rojos” en la
personalidad de un candidato, como su nivel de confiabilidad (importante
en cualquier organización y básico para el buen funcionamiento de una
Pyme) sí hay ciertos aspectos que nos pueden ayudar a identificarlos. A
continuación te compartimos una breve guía que te puede orientar:
1. La mirada. Siguiendo
los flujos naturales de una conversación, debemos estar alertas con
aquellas personas que no pueden mirarnos a los ojos; y tomar en cuenta
que una persona extrovertida y segura de sí misma, dirigirá su mirada a
los ojos del entrevistador.
2. La voz. Si a una
persona se le quiebra la voz frecuentemente durante la entrevista, es
muy probable que se trate de alguien inseguro, y que definitivamente, no
soporta trabajar bajo presión.
3. La garganta. Sabemos
que pasar saliva es uno de los signos más evidentes de ansiedad, y
nerviosismo, pero cuando esto sucede de manera frecuente, suele revelar
un aspecto relevante de la personalidad del candidato, pues pone en
evidencia su inseguridad y falta de confianza.
4. La postura. En
una entrevista de trabajo, es poco común que un individuo caiga en una
postura cerrada (brazos cruzados o piernas entrelazadas), al menos de la
cintura para arriba, por lo quizá valga la pena echarle un ojo,
discretamente, a los pies; si ambos están bien plantados al suelo, se
puede hablar de aplomo y seguridad; si están cruzados de nerviosismo e
inseguridad.
5. Los movimientos corporales. La
falta de ademanes o gestos poco demostrativos hablan de preocupación,
duda o angustia, al igual que una comunicación no verbal no natural,
cautelosa y lenta. Asimismo, las personas que mienten no se sienten
cómodas al reforzar con gestos sus respuestas verbales.
Para
concluir, es importante mencionar que la comunicación no verbal no debe
ser tomada como una certeza, sino como una guía que arroja “pistas”
sobre los verdaderos sentimientos, emociones e ideas de una persona.
Siempre
es importante recordar que la comunicación humana es muy compleja, pero
dado que el 93 por ciento de lo que comunicamos se da a través de
medios no verbales, sin duda el lenguaje corporal es un punto en el que
debemos hacer mayor énfasis en una entrevista de trabajo para poder
tener una idea más clara de la personalidad y nivel de confiabilidad de
nuestros futuros empleados.
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