A continuación te presentamos varios consejos que te pueden ayudar a atravesar ese delicado trance laboral
Haz la tarea
Antes de presentarte a un trabajo y negociar un posible sueldo, investiga la empresa para conocer los niveles de compensación y beneficios que tiene con sus empleados, así sabrás cuánto están dispuestos a pagarte y hasta cuánto puedes pedir. Si ya estás en una empresa, lo más importante debe ser revisar los logros que has obtenido hasta el momento y revisar el momento por el que pasa la empresa.
Usted vale, ¡demuéstralo!
No deje de venderse en ningún un momento, más aún si se está hablando de dinero. Mientras más te valore su empleador más alto será el sueldo ofrecido. Demuestra que eres un elemento valioso para la empresa, que tienes ideas, iniciativa y estás dispuesto a asumir nuevos retos. Por lo cual, si piensas en pedir un aumento de sueldo, empieza una estrategia para promoverte con un par de meses de anticipación. Esto no le garantiza el aumento, pero lo acercará a este.
Otras ofertas
No es amenazar, pero cuando estás negociando ten en cuenta las demás ofertas de trabajo que posiblemente hayas recibido, y evalúa si realmente tu empresa te está dando el lugar que quieres. Además al conocer otras condiciones laborales y recibir otras ofertas tienes más información y tranquilidad para negociar.
Si puedes, deja saber, por medio de otras personas que no sean su jefe directo, que has recibido otras ofertas.
No todo es dinero
Cuando se negocia un sueldo, el dinero no es lo único que está en juego, debe dejar claro puntos como sus vacaciones, las cesantías, su lugar de trabajo (el tamaño o comodidad de su oficina o centro de labores), parqueaderos, horarios etc. A veces el reconocimiento de su trabajo no puede venir solo de su sueldo, también puede venir de mejores condiciones o beneficios.
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