Potzollcalli surgió en 1962. En ese entonces sólo abria
por las noches, la idea era que las familias se reunieran a degustar un pozole
estilo guerrero. El plan funcionó tan bien que hoy es una de las cadenas de restaurantes
de comida mexicana más emblemáticas del país.
Potzolcalli se especializa en hacer comida de forma
artesanal, no es producida en serie, por lo cual uno de los principales retos
de esta empresa ha sido buscar cómo mantener la calidad en sus platillos de
forma natural.
Esta franquicia opera 34 unidades, el 80 por ciento de
éstas se ubican en el Distrito Federal y área conurbada, donde forjó su mayor
prestigio.
Algunas de sus claves para alcanzar el éxito son:
Ofrece una tradición: El pozole es uno de los alimentos más representativos
de la cultura mexicana y su elaboración se remonta a la época prehispánica. Los
dueños de Potzollcalli fueron capaces de retomar esta antigua tradición y
convertirla en un restaurante y luego en
franquicia.
Un target definido: Saben que sus principales consumidores son una
población de hombres ejecutivos, padres de familia entre los 30 y 50 años, que
tienen gusto por la comida mexicana, disfruta del picante, las especias y de
los sabores nacionales.
Buena planificación: Esta cadena se ha distinguido por contar con planes de
acción muy definidos, la expansión se realiza con capital propio y siempre con
los pies en la tierra.
Calidad que distingue: Entre las cualidades que distinguen a los platillos de
la marca se encuentra su tradicional sabor, ya que a diferencia de otros
restaurantes donde la comida se prepara con alimentos pre elaborados y
congelados, Potzollcalli prepara diariamente cada uno de sus guisos y los sirve
de forma abundante.
Imagen estandarizada: Cuando decidieron ir por la franquicia, la imagen y
los procesos fueron estandarizados y sus sucursales pueden presumir de
transmitir a los consumidores todos los valores de la casa matriz.
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