La música permite incrementar la productividad
empresarial ya que favorecer la
concentración,
atención e interconexión entre ambos hemisferios cerebrales, afirma el
cantautor mexicano David Castillo, quien también es administrador de empresas.
Primero que nada, la
música modifica el lugar de trabajo. Pues, explica Castillo, “las melodías que
tienen 60 compases por minuto, con tonos graves, facilitan la generación de
ondas alfa del cerebro, lo que favorece el aprendizaje acelerado y el estudio.
Son recomendables, por ejemplo Andantino del concierto para flauta y arpa de
Mozart, Canon de Pachebel, Invierno de Vivaldi y el Adagio en sol para cuerdas
de Albinioni”.
Para mantenerse constantemente alerta y favorecer actividades como escribir, sintetizar, dibujar, realizar maquetas o ensayar una exposición, “la vibración de la música debe ser más corta y las notas más ágiles como el concierto para flauta número dos, sinfonía Haffner, concierto para violín de Mozart o el concierto para violín y orquesta o el concierto para piano número cinco de Bethoveen”.
El descanso cerebral,
por otra parte, se logra con melodías como concierto para piano No. 21 de
Mozart, Sinfonía no. 40 de Mozart, Ave María de Schubert, el concierto para piano
No. 2 Andiago de Beethoven o la música de Charlotte Church y toda la música de
Enya.
La música en la
empresa es una herramienta subutilizada, pero que puede favorecer determinados
estados anímicos, multiplicar el potencial de cada colaborador e incluso inducir
más rotación en los puntos de ventas. De manera simultánea, puede generar
paradigmas de una buena gestión empresarial.
Las organizaciones que emplean música en el quehacer
cotidiano de sus labores tienen altos resultados en actividades creativas como
investigación, desarrollo, mercadotecnia y ventas, pero en áreas
operativas, como operación y logística, también aumenta la productividad.
“La música puede
emplearse para modificar estados anímico-emocionales, atenuar el dolor y el
estrés, incrementar la capacidad de aprendizaje, el conocimiento acelerado.
Además, favorece la concentración en tareas minuciosas o reiterativas”, dice
Castillo.
Por otro lado, el
compositor remarcó que la música favorece el desarrollo de habilidades
gerenciales como liderazgo, innovación, reinvención y estrategia.
La reinvención también es crucial para las empresas, la capacidad de
transformación en el mundo musical puede ser un buen punto de partida para
estimular la innovación constante en la creación de productos y servicios, como
en el sector hotelero donde no se ofrece simplemente hospedaje, sino
experiencias de vida.
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