La popular pulsera para monitorear la actividad física
recibe una actualización y ahora incluye una pantalla y un medidor de ritmo
cardiaco
La
Fitbit Flex, una pulsera que cumplía con el sencillo cometido de contar los
pasos de quien la portaba. De tan bien hecha y efciente, la pulsera se
convirtió en la favorita de millones en el mundo, especialmente en Estados
Unidos, y casi se convirtió en sinónimo de wearable.
Ha
corrido mucha agua debajo del puente y
la industria del vestible se disparó y hay opciones para todo tipo de público y
todo bolsillo. No obstante, Fitbit ha demostrado tener lo necesario para
sortear las olas que hacen cada vez más competidores. Al menos eso sugiere el
desempeño de sus acciones en la bolsa luego de su oferta pública inicial, las cuales han pasado
de los 28 dólares de salida a poco más de 49 en la actualidad.
La
apuesta de Fitbit es por los relojes inteligentes como funciones limitadas pero
suficientes. Se trata de una evolución de su pulsera que se ha traducido en
tres modelos: Charge, Charge HR y Surge. Hoy hablaremos del Charge HR, el
modelo intermedio de la triada de fitbits, y uno de los smartwatches más
interesantes actualmente en el mercado. Éstas son nuestras impresiones.
PROS
Funciones.
La Charge HR es un monitor de actividad física que incorpora un lector óptico
del ritmo cardíaco, un acelerómetro y un altímetro, con ello, mide el número de
pasos dados en un día, el número de escalones subidos, el ritmo cardiaco del
usuario durante el día, y hace un cálculo de las calorías quemadas durante el
día y la calidad del sueño durante la noche. Toda la información la muestra a
través de la app o en su pequeña pantalla Oled monocromática.
Diseño. A diferencia de la Flex, la
Charge HR ya no es una pastilla que puede adaptarse dentro de una pulsera, se
trata de una pulsera de una sola pieza que no resulta estorbosa y puede usarse 24/7,
algo muy importante cuando se habla de un dispositivo capaz de monitorear el
sueño del usuario. La textura que tiene la parte exterior de la pulsera le da
también una personalidad de la que carecían sus antecesores.
Notificaciones. Podría parecer
trivial, pero que la pulsera vibre cuando entra una llamada y traes el teléfono
en la bolsa resulta útil.
Taps. Es sencillo pero
efectivo. Al igual que con la Flex, si quieres revisar tu progreso o
simplemente ver la hora, da tres taps o pequeños golpes en la carátula de la
Charge HR y la información aparecerá en el display. Puedes configurar qué
quieres que aparezca en pantalla: pasos, distancia, la hora, escalones o
calorías. Simple y divertido.
Resistencia. Ya sea que se trate
de polvo, sudor o agua, ésta es una pulsera resistente. Puedes bañarte con ella
e incluso nadar.
Tallas. Si quieres una HR
tienes que elegir entre chica o grande. Dado que es una sola pieza, se agradece
que tomen en cuenta la diferencia de tamaño entre las muñecas masculinas y
femeninas.
Batería. Considerando que
cuenta con una pantalla, los cinco días de duración de la batería son
aceptables, aunque podrían ser mejores.
App. Si no está roto, no
lo arregles, ése es el principio detrás de la aplicación de Fitbit. La interfaz
de usuario tan fácil de usar y tan directa que sólo le añadieron las nuevas
funciones que permiten las nuevas pulseras: estadísticas para la medición del
ritmo cardiaco y la posibilidad de elegir un diseño de carátula.
CONTRAS
Cargador. Suficiente tenemos
con llevar a todas partes el cargador de la compu y del teléfono como para
preocuparnos por el de nuestros wearables. La Charge HR tiene su propio cable,
con su propia entrada, única e irrepetible. No es divertido.
BALANCE
Partiendo del hecho de que la exactitud en la
medición de la actividad física y la calidad del sueño son un mito –de ahí que
en inglés exista el término guesstimate (unión de guess/adivinar
y estimate/calcular) para los wearables– y de
que éste es un wearable dirigido a aquellos que quieren tener un registro de su
actividad diaria; se trata de un wearable especializado. Sí, es un smartwatch,
uno muy básico, pero las funciones añadidas pueden ayudar a que los usuarios se
apeguen a su uso y la pulsera no termine arrumbada en un cajón a los tres
meses. 2,899 pesos puede sonar un tanto elevado a la luz de la agresiva
competencia que muestra el segmento, pero hay que recordar que estamos ante los
líderes de la categoría.
Si tienes una Flex y quieres dar el salto o buscas tu
primer wearable y quieres llevar una vida más activa, creemos que la Charge HR
vale la pena. Si lo que estás buscando es un reloj inteligente con pantalla a
color o más funciones, quizá deberías buscar otras opciones.
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