¿Experiencia o
aptitudes? Descubre cuáles son las cualidades que debes buscar en los
colaboradores que harán crecer tu negocio.
Lo lograste.
Finalmente empiezas a cosechar los frutos de tu gran esfuerzo, comienzas a
tener más contratos y el tiempo ya no te es suficiente para satisfacer la
demanda de tus clientes. Te das cuenta de que necesitas contratar más personas
para tu negocio.
Este proceso
es un paso muy importante, ya que de estos primeros colaboradores y su
desempeño, dependerá la experiencia de tu consumidor, el conservar un agradable
clima laboral en la compañía y, claro está, la posibilidad de que tengas tiempo
para desarrollar actividades más estratégicas.
Ahora bien,
¿cómo iniciar ese proceso? Por su puesto, el medio menos desgastante será
contactar a un despacho de recursos humanos, sin embargo, la decisión de quién
se queda a tu lado, dependerá únicamente de ti.
1.- Define muy
bien el objetivo del puesto. El nombre del puesto es lo de menos, piensa
primero cuál es la razón por la que necesitas a esta persona, qué esperas de
este empleado en el día a día, y qué tipo de resultados debería estar generando
al desempeñar sus funciones. Esto te ayudará no solo a clarificar tus
necesidades, sino que también será de mucha ayuda al estar entrevistando a tus
candidatos.
2.- Imagina a
tu empleado ideal. ¿Qué características debe tener esta persona no solo para
que desempeñe adecuadamente sus funciones, sino para que encaje apropiadamente
en la empresa? En muchas ocasiones se omite este detalle y se selecciona con
base en la experiencia o conocimiento del candidato sin contemplar que las
características de personalidad pueden ser más importantes. Pueden ser muy
evidentes, por ejemplo, se espera que un diseñador tenga tolerancia a la
frustración para manejar amablemente los cambios que solicite un cliente. Sin
embargo, también existen cosas más sutiles.
Si en tu
empresa todos están habituados a hacer un poco de todo, sería complicado que se
integre una persona que considere que cada uno debe hacer lo que le toca.
Eventualmente podría sentirse molesta porque “le quitan tiempo para hacer el
trabajo de otros”. El darte unos minutos para definir cómo sería tu colaborador
ideal puede ahorrarte mucho tiempo e incentivos futuros.
3.- Establece
el salario a ofrecer. El talento cuesta y es importante tener esto en mente en
todo momento. Antes de establecer un monto, verifica el salario que ofrecen
otras compañías por posiciones similares. Esto se puede hacer de manera muy
sencilla buscando dichos empleos en cualquier bolsa de trabajo. Considera que
cuanto más baja sea tu oferta comparada con el resto, menor será la cantidad y
calidad de candidatos que se postularán a tu puesto. Trata de ubicarte en
promedio, ofrece intangibles en la medida que puedas.
4.- Se puede
tener todo, pero no al mismo tiempo. Encontrar al candidato ideal toma tiempo y
por operación a veces necesitas integrar a alguien lo más rápido posible. No se
trata de ser conformista y quedarse con el “menos malo”, después de todo es el
próximo miembro del equipo. Sin embargo, sí es importante que quede claro que
es muy poca la probabilidad de encontrar rápidamente a una persona que tenga
todos los elementos que buscamos y que desee el salario que ofrecemos. En
ocasiones, quienes tienen la experiencia, desean mayor salario o viceversa. Es
vital que en todo punto consideres qué estás dispuesto a sacrificar.
Quizá tengas
que decidir entre una persona con conocimientos y experiencia en las
actividades que se realizarán, pero con un bajo valor agregado al puesto, al igual
que integrar al equipo a alguien con buen nivel de competencias, pero con poca experiencia
lo que requerirá que otorgues tiempo de coaching y posiblemente cierta capacitación.
Piensa que los
conocimientos se pueden desarrollar a mediano plazo y que alguien con las
características personales correctas se puede convertir en una pieza clave para
la compañía.
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