martes, 28 de agosto de 2012

La Bolsa se abre a las Pymes


Las empresas pequeñas y medianas que buscan financiar su crecimiento tienen una opción en el mercado de deuda.

Cuando el dueño de un negocio habla acerca de la posibilidad de financiarse por primera vez a través de deuda en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), suele hacerse preguntas como: ¿esta opción es similar a un préstamo bancario?, es decir, ¿recibo dinero y pago una tasa? 

Por increíble que parezca, en los foros a los que acude Francisco Valle, director de Promoción y Emisoras de la BMV, ha constatado que “muchos empresarios no saben que hay deuda en la Bolsa”. Por el contrario, piensan erróneamente que la única opción de financiamiento disponible ahí es vender parte del capital de su compañía.

¿Para qué querría el dueño de una empresa mediana explorar esta posibilidad? La razón se resume en competitividad. Al llegar a la Bolsa, “los costos de financiamiento van a ser mucho más bajos”, afirmó Luis Antonio Márquez, director general de la Asociación Mexicana de Capital Privado (Amexcap), durante el lanzamiento de la segunda convocatoria del programa Mercado de Deuda para Empresas. Esta iniciativa apoya a compañías de menor tamaño para que emitan bonos bursátiles.

Crecimiento + profesionalización

Entre las empresas medianas, recurrir a los bonos corporativos (pedir prestado a inversionistas recursos que pagarán en un plazo y con una tasa de interés estipulados) es una práctica relativamente reciente. La primera en hacerlo fue Docuformas, que colocó bonos en el mercado bursátil por primera vez en 2006.

Desde entonces a la fecha, según reportes de prensa, la firma de arrendamiento ha colocado en total 10 emisiones por un valor de $700 millones. 

Aunque son contados, existen otros casos exitosos como Vinte Vivienda,Planfia y Unifin. Esta última ha emitido poco más de $17,000 millones durante los últimos 10 años. De acuerdo con Valle, las compañías de este perfil utilizan los recursos obtenidos para varios fines: capital de trabajo, reestructurar pasivos onerosos y desarrollar nuevos proyectos.

Todavía hay mucho por hacer para impulsar el uso de esta alternativa por parte de firmas medianas. La buena noticia es que este segmento empieza a considerar a la Bolsa como una opción real. Se calcula que alrededor del 25% de las próximas colocaciones de deuda en México será de empresas con un capital contable menor a $500 millones.

Los negocios con dicha característica pueden beneficiarse a través del Programa de Facilidades de la Bolsa, al ahorrarse la cuota de listado y el primer año de mantenimiento, dado que “sabemos que para las empresas medianas es muy complicado destinar un peso de su capital de trabajo a este tipo de esfuerzos”, comenta el director de Promoción y Emisoras de la BMV. Por supuesto, hay otros costos que incluyen contadores, abogados, la calificación y el intermediario.

De las 10 firmas que integran la primera generación del programa Mercado de Deuda para Empresas, 4E e Inmofin son las que se encuentran más adelantadas en el proceso de listarse en la Bolsa. De acuerdo con Valle, podrían hacer sus primeras colocaciones entre abril y junio de este año.

Sportium, otra de ellas, también está preparándose para eventualmente emitir bonos y podría hacerlo en 2013. La compañía, que arrancó en 2003 y hoy opera media docena de clubes deportivos con más de 27,000 usuarios activos, está en proceso de búsqueda de consejeros independientes para consolidar su gobierno corporativo, sistematizar la recopilación de información necesaria para generar reportes financieros adecuados y obtener una nota por parte de una calificadora de crédito. Todos prerrequisitos para emitir bonos.

Institucionalizar a una empresa puede tomar entre tres meses y un año, o incluso más. Sin embargo, una vez realizado el proceso de listado, la Bolsa aprueba una colocación en 10 días hábiles para bonos de corto plazo y no más de 20 días hábiles para emisiones de largo plazo.

En el caso de Sportium, la disyuntiva estaba entre invertir su capital en la apertura de más clubes o pagar asesorías y consultorías. Al final, la firma optó por “mejor invertir en clubes”, comenta Enrique Vera, su director general. Si bien ya habían comenzado a profesionalizarse previamente, los recursos obtenidos del programa mencionado sirvieron para comprar un nuevo ERP (un software de gestión empresarial) y pagar asesorías en términos de gobierno corporativo, fiscal y laboral.
La cadena de clubes deportivos es sujeta de préstamos bancarios desde hace varios años. Pero Vera considera que “el mercado de deuda va a ser muy atractivo para la empresa”, porque permitirá acceder a mejores condiciones en los créditos. En su momento, optar o no por esta opción dependerá –una vez que cuente con su calificación crediticia de lo que Sportium pueda conseguir en el mercado comparado con lo que ya obtiene actualmente en la banca comercial.

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