viernes, 28 de septiembre de 2012

Una nueva y enigmática Mona Lisa


El día de ayer fue presentada ante los medios una pintura que científicos y expertos han avalado como una obra auténtica de Leonardo da Vinci. Se trata de una nueva Mona Lisa o Gioconda, con una sonrisa más acentuada y más vivacidad en el rostro.
Stanley Fieldman, director de la Fundación de la Mona Lisa, con sede en Suiza, presentó el cuadro, del que se dijo es el retrato de la esposa del noble italiano Francesco del Giacondo, quien pagó por la realización de la obra.

Después de tres décadas de estudios,  el italiano Alessandro Vezzosi, especializado en Da Vinci, llegó a las conclusiones de que este cuadro es aproximadamente 15 años más joven que la pieza exhibida en el Museo de Louvre, en París.

El experto comentó durante la presentación en un hotel ginebrino de lujo, que el fondo de esta pintura no puede atribuirse a Leonardo, dadas las características grotescas que presentan las pinceladas. Únicamente el rostro y las manos son obra del renacentista.
De acuerdo con las opiniones de los investigadores, es posible que Da Vinci pintara a la Gioconda en su juventud, y la dejara sin concluir, para retomarla 15 años más tarde, con la misma modelo, pero haciéndola lucir con más edad, gracias a sus habilidades perfeccionistas.
El cuadro que se encuentra en el Louvre, estuvo bajo la custodia del artista hasta el día de su fallecimiento, y también durante todo ese tiempo se dedicó a perfeccionarlo. Esto evidentemente hace superior a la pieza original, a nivel técnico.
Por otro lado, la Fundación lanzará un libro donde se revelen todos los pormenores que están detrás de la Mona Lisa joven. 

La nueva pieza no está ni estará a la venta; es parte de la colección de los hermanos Stanley y David Feldman. Su descubrimiento se llevó a cabo por parte del coleccionista Hugh Blaker, quien un día del año 1913, reparó en ella después de estar colgada en la pared de una mansión durante varios años.

Blaker se apropió de ella y tras su muerte el coleccionista estadounidense Henry Pulitzer la compró, depositó en un banco de Suiza y permaneció en su bóveda. Pulitzer escribió un libro donde explicaba la autenticidad de la obra, que fue publicado en 1972, pero nadie se interesó en todo esto, hasta 1979 cuando a su fallecimiento, pasó a manos de la fundación.

¿Cuál es tu pintura favorita de todos los tiempos?

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