Es un hecho que, sin importar si ya eres un empresario consolidado, si eres el dueño de un negocio, o si apenas estás despertando el espíritu emprendedor, hay tres conceptos que los unen: obtener clientes, lograr ventas y generar utilidades.
Lo cierto es que ninguno de estos elementos se logra por generación espontánea; más bien hay que entender que son el resultado de distintas actividades del negocio y que son aplicables no importando el giro, producto o servicio. Aquí una muestra:
1. Clientes: La única forma por la que podremos conseguir más clientes es a través del incremento en la prospección y en la tasa de conversión. La prospección implica mantener constantemente alimentado "el embudo" con personas o empresas que estén interesados en entrar en contacto con tu negocio. La tasa de conversión es el porcentaje de prospectos que precisamente se convierten en clientes. Un ejemplo sería visitar 10 empresas en una semana y cerrar cuatro clientes (Tasa de conversión = 40%).
2. Ventas: Una vez que lograste clientes que te generan ingresos, el reto es retenerlos de por vida a través de un servicio extraordinario y ofreciendo valor por tus productos o servicios. Durante el proceso de formación de la relación a largo plazo es importante informar constantemente a tus clientes sobre todo lo que ofreces, lo cual te podrá permitir o bien incrementar la venta promedio, o el número de transacciones. Con este ejercicio tus ingresos pueden aumentar sin la forzosa necesidad de encontrar nuevos prospectos. Recuerda que siempre es mas fácil entrar cuando la puerta ya está abierta. Te suenan conocidas las frases: ¿desea papas o refresco grande? o ¿le ofrezco algo de postre?
3. Utilidades: Teniendo clientes y ventas, ahora lo importante es verificar que tengas utilidades. Aquí la fórmula es sencilla... o incrementamos los ingresos o disminuimos el costo. Lo recomendable es mantener siempre estrategias en ambos sentidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario