jueves, 29 de noviembre de 2012

Los créditos para PYMES: el combustible que podría hacer que su negocio despegue


Para muchas PYMES, el acceso al financiamiento puede ser la diferencia entre crecer y desaparecer del mapa de los negocios. Sin dinero, no tenemos la capacidad de abrir nuevas sucursales, crecer el inventario, incrementar nuestra producción o expandir nuestra línea de productos. Al mismo tiempo, las tasas de interés para créditos en México y algunas otras partes de Latinoamérica comienzan a ubicarse en rangos más realistas para las posibilidades económicas de las PYMES. Resulta por esto indispensable que conozca los esquemas de financiamiento a los que su empresa puede tener acceso y determinar si alguno de ellos puede ser la opción qué necesita para ese proyecto que hasta hoy sólo vive en su cabeza.

El objetivo del crédito

El primer paso para la obtención de un financiamiento es tener bien claro el destino que se le dará al dinero y el plazo en el que podemos pagar el mismo. De esta forma, podremos buscar el programa de crédito más adecuado para nuestra empresa y disminuir los riesgos de incumplir el pago.

Los rubros más comunes para los que podemos obtener un crédito son los siguientes:

Adquisición de activos fijos. Compra de maquinaría, locales comerciales, unidades de transporte, etcétera. Son todos los activos permanentes y tangibles para llevar a cabo el giro habitual del negocio.

Apoyo al capital de trabajo. En muchas ocasiones no sabemos cuanto tardará en pagarnos un cliente, pero sabemos exactamente cuando debemos pagar la nómina. Una línea de crédito podría ser un mecanismo para resolver los problemas de flujo de efectivo.

Reestructuración de pasivos. Si por ejemplo ya tuviéramos un crédito con una tasa de interés del 35% anual, podríamos liquidar este crédito y obtener uno nuevo en condiciones más atractivas, por decir un 20% anual.

Desarrollo tecnológico. Inversión en infraestructura, sistemas de información, telecomunicaciones, etc.

Tipos de crédito

Los principales créditos que se pueden obtener con las instituciones bancarias son:

 Descuento de documentos

También conocido como factoraje o financiamiento de cuentas por cobrar, se aplica por ejemplo cuando una empresa vende sus productos a grandes compradores como Walmart y se desea reducir los periodos de pago. Para no tener que esperar al vencimiento de la factura, la empresa podría allegarse de fondos solicitando un financiamiento sobre las cuentas por cobrar de la empresa. El banco entonces descontará del total de la factura el importe de los intereses que generaría este dinero al día del vencimiento más una comisión por el otorgamiento de financiamiento. De esta manera, se podría mejorar considerablemente el flujo de efectivo de la empresa y le permitiría a una PYME establecer una relación comercial con grandes corporaciones al no tener que financiar sus productos por amplios periodos de tiempo.
  
Préstamo con garantía colateral

Este crédito es similar al comentado en el punto anterior, teniendo como plazo máximo un año y se tiene como intención primordial para mantener la liquidez del negocio. La diferencia es que aquí el comprador puedo o no estar registrado con el banco, por lo que para su obtención es necesario de un aval y garantía adicional o complementaria, cobrando la institución bancaria los intereses por anticipado.

En el caso de este tipo de crédito, el banco no compra los documentos, solo los acepta como garantía del préstamo. Por lo tanto, la empresa se encarga de cobrarle directamente a sus clientes y liquidarle al banco una vez recuperado el monto de la operación. Cabe señalar que el banco acepta cualquier tipo de documentos por cobrar que no se encuentren vencidos, tales como facturas, contra-recibos, letras de cambio, pagarés y estimaciones.

Imagine que va a realizar los trabajos de plomería para 100 viviendas que una compañía constructora esta desarrollando y que dicha compañía es de fiar. Usted podría utilizar este producto para obtener capital sin depender únicamente del pago de las estimaciones para liquidar sus compromisos con empleados y proveedores. De esta forma, garantiza el pago puntual sin preocuparse en demasía por el flujo.

Crédito comercial irrevocable

Esta clase de crédito también conocido como carta de crédito, se utiliza para operaciones de compra y venta de materias primas o maquinaria, nacionales o extranjeras. En este tipo de crédito participan el banco, el comprador y el vendedor. La carta de crédito funciona como respaldo al comprador de que recibirá la mercancía en las condiciones establecidas y al vendedor que recibirá el cobro del pedido. Por su parte el banco garantiza al que compra y al que vende, que la transacción será pagada y que la mercancía será entregada.

Este tipo de productos son muy útiles cuando deseamos comprar o vender maquinaria o insumos en el extranjero, ya que normalmente en este tipo de situaciones el vendedor no desea embarcar el producto hasta que no este realizado el pago y por su parte el comprador no desea pagar hasta no recibir el producto creando un círculo vicioso. A través de la carta de crédito, el banco garantizará que el proveedor recibirá el pago y que comprador recibirá el producto.

Préstamo prendario

Este crédito se canaliza para la compra de inventarios o para la recuperación del efectivo utilizado en la adquisición de los mismos. En este caso el banco únicamente financia un porcentaje del monto de los inventarios, los cuales se entregan como garantía al banco. Cuando se otorga esta clase de préstamo, es necesario que los inventarios estén almacenados en un lugar confiable dentro de la fábrica de la empresa, o en otras ocasiones, según lo establezca el banco, tiene que estar en un almacén de depósito.

Crédito simple

Este tipo de préstamo únicamente se puede utilizar para un proyecto, mediante un contrato que se termina cuando se paga en su totalidad el crédito, cuyo monto se puede destinar a sólo una de las necesidades de la empresa, como es la compra de activos fijos, como apoyo capital de trabajo o para la reestructuración de pasivos.

El crédito simple se otorga a la empresa que tenga una actividad comercial o de servicio, debiéndose otorgar en garantía bienes muebles o inmuebles. Los intereses y el capital se cubren en forma mensual.

Préstamo de habilitación o avío

Este préstamo puede utilizar para cubrir los gastos de operación de una empresa, de manera simple o revolvente, para un solo proyecto o varios al mismo tiempo. El objetivo es el apoyo permanente al capital de trabajo y a los gastos directos de la empresa, como los gastos de producción que el negocio realiza de manera cíclica. A diferencia de otro tipo de créditos, este financiamiento esta diseñado exclusivamente para las empresas dedicadas a la industria, ganadería o agricultura.

Préstamo refaccionario

Este préstamo puede canalizarse para la adquisición de maquinaria, de equipo de transporte, ampliación de las instalaciones del negocio y así como para el pago de pasivos con proveedores, es posible que este crédito sea revolvente y con un período de gracia para su liquidación, pudiéndose obtener a un plazo de cinco años.

Los períodos de gracia pueden ser mayores o menores a un año, que al obtenerse permite a la empresa aprovechar los recursos invertidos y hacerlos producir para poder pagar el crédito.

Préstamo hipotecario

Este préstamo se otorga con garantía de las unidades industriales, apoyando a las actividades de una empresa industrial en los renglones de capital de trabajo, compra de activo fijo y para reestructuración de pasivos.
La garantía principal son todos los activos de la empresa como es el efectivo en caja y bancos, terrenos, el edificio y en forma general todos los activos propiedad de la misma.

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