Para
muchas PYMES, el acceso al financiamiento puede ser la diferencia entre crecer
y desaparecer del mapa de los negocios. Sin dinero, no tenemos la capacidad de
abrir nuevas sucursales, crecer el inventario, incrementar nuestra producción o
expandir nuestra línea de productos. Al mismo tiempo, las tasas de interés para
créditos en México y algunas otras partes de Latinoamérica comienzan a ubicarse
en rangos más realistas para las posibilidades económicas de las PYMES. Resulta
por esto indispensable que conozca los esquemas de financiamiento a los que su
empresa puede tener acceso y determinar si alguno de ellos puede ser la opción
qué necesita para ese proyecto que hasta hoy sólo vive en su cabeza.
El objetivo del crédito
El
primer paso para la obtención de un financiamiento es tener bien claro el
destino que se le dará al dinero y el plazo en el que podemos pagar el mismo.
De esta forma, podremos buscar el programa de crédito más adecuado para nuestra
empresa y disminuir los riesgos de incumplir el pago.
Los
rubros más comunes para los que podemos obtener un crédito son los siguientes:
Adquisición
de activos fijos. Compra de maquinaría, locales comerciales, unidades de
transporte, etcétera. Son todos los activos permanentes y tangibles para llevar
a cabo el giro habitual del negocio.
Apoyo
al capital de trabajo. En muchas ocasiones no sabemos cuanto tardará en
pagarnos un cliente, pero sabemos exactamente cuando debemos pagar la nómina.
Una línea de crédito podría ser un mecanismo para resolver los problemas de
flujo de efectivo.
Reestructuración
de pasivos. Si por ejemplo ya tuviéramos un crédito con una tasa de interés del
35% anual, podríamos liquidar este crédito y obtener uno nuevo en condiciones
más atractivas, por decir un 20% anual.
Desarrollo
tecnológico. Inversión en infraestructura, sistemas de información,
telecomunicaciones, etc.
Tipos de crédito
Los
principales créditos que se pueden obtener con las instituciones bancarias son:
Descuento de documentos
También
conocido como factoraje o financiamiento de cuentas por cobrar, se aplica por
ejemplo cuando una empresa vende sus productos a grandes compradores como
Walmart y se desea reducir los periodos de pago. Para no tener que esperar al
vencimiento de la factura, la empresa podría allegarse de fondos solicitando un
financiamiento sobre las cuentas por cobrar de la empresa. El banco entonces
descontará del total de la factura el importe de los intereses que generaría
este dinero al día del vencimiento más una comisión por el otorgamiento de
financiamiento. De esta manera, se podría mejorar considerablemente el flujo de
efectivo de la empresa y le permitiría a una PYME establecer una relación
comercial con grandes corporaciones al no tener que financiar sus productos por
amplios periodos de tiempo.
Préstamo con garantía
colateral
Este
crédito es similar al comentado en el punto anterior, teniendo como plazo
máximo un año y se tiene como intención primordial para mantener la liquidez
del negocio. La diferencia es que aquí el comprador puedo o no estar registrado
con el banco, por lo que para su obtención es necesario de un aval y garantía
adicional o complementaria, cobrando la institución bancaria los intereses por
anticipado.
En
el caso de este tipo de crédito, el banco no compra los documentos, solo los
acepta como garantía del préstamo. Por lo tanto, la empresa se encarga de
cobrarle directamente a sus clientes y liquidarle al banco una vez recuperado
el monto de la operación. Cabe señalar que el banco acepta cualquier tipo de
documentos por cobrar que no se encuentren vencidos, tales como facturas,
contra-recibos, letras de cambio, pagarés y estimaciones.
Imagine
que va a realizar los trabajos de plomería para 100 viviendas que una compañía
constructora esta desarrollando y que dicha compañía es de fiar. Usted podría
utilizar este producto para obtener capital sin depender únicamente del pago de
las estimaciones para liquidar sus compromisos con empleados y proveedores. De
esta forma, garantiza el pago puntual sin preocuparse en demasía por el flujo.
Crédito comercial
irrevocable
Esta
clase de crédito también conocido como carta de crédito, se utiliza para
operaciones de compra y venta de materias primas o maquinaria, nacionales o
extranjeras. En este tipo de crédito participan el banco, el comprador y el
vendedor. La carta de crédito funciona como respaldo al comprador de que
recibirá la mercancía en las condiciones establecidas y al vendedor que
recibirá el cobro del pedido. Por su parte el banco garantiza al que compra y
al que vende, que la transacción será pagada y que la mercancía será entregada.
Este
tipo de productos son muy útiles cuando deseamos comprar o vender maquinaria o
insumos en el extranjero, ya que normalmente en este tipo de situaciones el
vendedor no desea embarcar el producto hasta que no este realizado el pago y
por su parte el comprador no desea pagar hasta no recibir el producto creando
un círculo vicioso. A través de la carta de crédito, el banco garantizará que
el proveedor recibirá el pago y que comprador recibirá el producto.
Préstamo prendario
Este
crédito se canaliza para la compra de inventarios o para la recuperación del
efectivo utilizado en la adquisición de los mismos. En este caso el banco
únicamente financia un porcentaje del monto de los inventarios, los cuales se
entregan como garantía al banco. Cuando se otorga esta clase de préstamo, es
necesario que los inventarios estén almacenados en un lugar confiable dentro de
la fábrica de la empresa, o en otras ocasiones, según lo establezca el banco,
tiene que estar en un almacén de depósito.
Crédito simple
Este
tipo de préstamo únicamente se puede utilizar para un proyecto, mediante un
contrato que se termina cuando se paga en su totalidad el crédito, cuyo monto
se puede destinar a sólo una de las necesidades de la empresa, como es la
compra de activos fijos, como apoyo capital de trabajo o para la
reestructuración de pasivos.
El
crédito simple se otorga a la empresa que tenga una actividad comercial o de
servicio, debiéndose otorgar en garantía bienes muebles o inmuebles. Los
intereses y el capital se cubren en forma mensual.
Préstamo de habilitación
o avío
Este
préstamo puede utilizar para cubrir los gastos de operación de una empresa, de
manera simple o revolvente, para un solo proyecto o varios al mismo tiempo. El
objetivo es el apoyo permanente al capital de trabajo y a los gastos directos
de la empresa, como los gastos de producción que el negocio realiza de manera
cíclica. A diferencia de otro tipo de créditos, este financiamiento esta
diseñado exclusivamente para las empresas dedicadas a la industria, ganadería o
agricultura.
Préstamo refaccionario
Este
préstamo puede canalizarse para la adquisición de maquinaria, de equipo de
transporte, ampliación de las instalaciones del negocio y así como para el pago
de pasivos con proveedores, es posible que este crédito sea revolvente y con un
período de gracia para su liquidación, pudiéndose obtener a un plazo de cinco
años.
Los
períodos de gracia pueden ser mayores o menores a un año, que al obtenerse
permite a la empresa aprovechar los recursos invertidos y hacerlos producir
para poder pagar el crédito.
Préstamo hipotecario
Este
préstamo se otorga con garantía de las unidades industriales, apoyando a las
actividades de una empresa industrial en los renglones de capital de trabajo,
compra de activo fijo y para reestructuración de pasivos.
La
garantía principal son todos los activos de la empresa como es el efectivo en
caja y bancos, terrenos, el edificio y en forma general todos los activos
propiedad de la misma.
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