La imagen corporativa es el
activo más valioso de una compañía. Los edificios, equipos, productos en
bodega, incluso las marcas, tienen un valor ínfimo comparado con el de la
imagen corporativa, que se forja a lo largo del tiempo y cuyo valor monetario
es incalculable.
En un mundo tan competitivo
como el actual, resulta sumamente importante que las empresas se preocupen de
la percepción que los diferentes públicos tienen sobre sus organizaciones.
En la actualidad, la imagen
que transmite una empresa es uno de los factores fundamentales en las
decisiones de sus clientes, proveedores, entidades financieras y todo lo que lo
rodea. Es un elemento diferenciador de la competencia y que, por lo tanto, permite
que su negocio se posicione en la mente de los clientes.
A continuación te enseñamos
cómo cuidarla:
1.
Sitúa siempre a tus clientes en primer plano
Un servicio descortés e
impersonal puede ser desastroso; la mayoría de los clientes descontentos nunca se
queja pero no volverán a comprar y contarán su experiencia a muchos otros, lo
que podría ahuyentar a una cantidad mayor de clientes.
2.
Hazles ver que todo es fácil
Asegúrate de que el personal
esté bien formado y sea competente para desempeñar las funciones necesarias.
3.
No hables de los inconvenientes
Una actitud positiva y
eficaz de “puedo hacerlo” mantendrá satisfechos a tus clientes.
4.
Aprovecha la creatividad y experiencia de tu personal
Delega tareas a tus
empleados, anímalos, dales autoridad y comunícate con ellos. Tu personal será
más productivo y dispondrás de más tiempo para dirigir tu empresa en lugar de
dedicarte a resolver problemas.
5.
Escucha las peticiones, acepta los cambios y responde de forma positiva a la
incertidumbre
Los clientes pueden exigir
cambios en sus pedidos que afectan los arreglos convenidos anteriormente. La
forma en que respondas a estas peticiones es importante para el comprador e
influirá en cómo se sentirá para hacer otros pedidos futuros.
6.
Aborda las tareas con confianza
Ejecútalas con eficacia y
ocúpate con rapidez de los problemas.
7.
Haz hincapié en la calidad
El precio, la calidad y el
servicio son los tres factores principales de comparación a la hora de decidir
hacer una compra. Son pocas las veces en que las decisiones de comprar se basan
solamente en el precio.
8.
Aumenta el nivel de conocimientos de sus clientes
Asegúrate de que tus
clientes conocen la gama completa de servicios ofrecidos para abrirse camino en
nuevos sectores. Comunícales información que influya en su decisión de comprar,
con relación al momento, la disponibilidad, el transporte, etc.
9.
Asegúrate de que el trabajo se haga a tiempo y de forma eficaz
Establece, como norma de
servicio, fechas límites internas para la ejecución de las tareas.
10.
Participa en tu comunidad y haz a su vez una contribución a ella
Dar tiempo o dinero a un
grupo u organización benéfica local despertará una buena disposición de los
conciudadanos y la comunidad, lo que te beneficiará.
11.
Sé sincero con tus clientes
Discute francamente los
problemas con ellos. Trata de forma directa y oportuna con las personas, para
evitar posibles situaciones negativas antes de que se produzcan. Haz
conscientes a las personas de que existe un problema y comunícate con tus
clientes en forma eficaz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario