Un buen líder es aquel que
reconoce que el éxito de su negocio está en manos de sus colaboradores y en
cómo desempeñen sus labores. Pero para que los resultados sean positivos dentro
de la organización, no basta con cumplir tareas y objetivos. Se necesita utilizar
un arma secreta: el trabajo en equipo.
Aceptar que tus empleados son el alma de tu negocio es sólo el primer paso. Como asegura
Enrique Pérez
Sámano, consultor de Hay Group México, lo siguiente es rodearte de personas que
se identifiquen con la filosofía de la compañía, que adopten el espíritu de
colaboración y compartan tus objetivos. "Esas son las cualidades de un
equipo exitoso", comenta.
Pero no es tarea fácil.
Antes de pensar en técnicas de motivación e integración, debes convertirte en
el líder que tu empresa requiere para cumplir con sus objetivos y desarrollar
estrategias de largo alcance. "Como líder del grupo, tu trabajo es
transmitir la visión de la empresa, fomentar la comunicación y darles confianza
para que externen sus preocupaciones, además de fijar las reglas dentro del
equipo y definir los objetivos en cada proyecto", asegura el consultor.
La sugerencia es tener
reuniones antes y después de la ejecución de cada proyecto, con el único fin de
conocer lo que funcionará o no, y discutir qué y cómo se puede mejorar,
"pero siempre reconociendo la participación de cada integrante"
añade.
A continuación conoce cuatro
estrategias para fortalecer a tu fuerza de trabajo y conseguir mejores
resultados en tu organización.
Motívalos
Diego Díaz de Cossío,
vicepresidente senior de Shore Consulting Group, afirma que para integrar
equipos eficientes, además de los aspectos básicos -como condiciones óptimas en
el lugar de trabajo, un ambiente laboral positivo, remuneraciones, prestaciones
y programas de desarrollo social- es necesario que tus colaboradores trabajen
con convicción y compromiso.
¿Cómo lograrlo? Acércate a
ellos y conoce sus inquietudes y necesidades. Esto los motivará a que confíen
plenamente en ti y en el negocio. Pero ojo. Recuerda que un equipo ganador no
se da de la noche a la mañana. Debes asumir medidas desde que realizas la
selección de tu personal y hasta en la manera en que lo motivas para alcanzar
las metas en común.
Para ello, es indispensable
que conozcas las capacidades de cada uno de los integrantes del grupo. Prueba
sus habilidades con diferentes tareas y determina cuál será su posición dentro
de la agrupación.
Una vez identificados sus
talentos, capacítalos con cursos o talleres de acuerdo a sus áreas laborales,
redacta planes de crecimiento y enfréntalos a situaciones demandantes y
complejas, ya sea en comités de alto nivel o en proyectos específicos. Y no te
olvides de reconocer sus logros y darles su crédito.
Evita conflictos
Para prevenir malos
resultados, problemas interpersonales, baja productividad y falta de lealtad,
la sugerencia es que encamines a tus empleados a trabajar en beneficio del
negocio y les hagas saber que las medidas que tomas son para alcanzar el bien
común.
En tu papel como líder te
corresponde estudiar los resultados laborales, investigar lo que se comenta en
el "radio pasillo", preguntar a tus empleados sus dificultades y
molestias, y desarrollar una retroalimentación (feedback) entre todo el equipo,
ya sea de manera individual o grupal.
Para Díaz de Cossío, los
principales conflictos dentro de los equipos son:
1. El exceso de
"ruido" en la comunicación informal.
2. Las quejas y desacuerdos
en los proyectos.
3. La falta de enfoque hacia
los objetivos.
4. Una actitud
individualista en algunos de sus miembros en donde no existe la cooperación.
Si identificas estas
situaciones en tu empresa, Hay Group México recomienda que estruc-turadas
sesiones periódicas para definir las tareas del equipo de trabajo y reuniones
más informales para lograr su integración.
"Darles la periodicidad
adecuada beneficiará tanto al crecimiento laboral como personal, dentro y fuera
de la empresa", afirma Pérez Sámano. Para fijar tu calendario, el
consultor sugiere realizar las juntas formales cada 15 días aproximadamente y
programar unas tres reuniones informales al año, con el único fin de crear
dinamismo dentro del grupo.
Por último, es importante
que tomes en cuenta la actitud de la gente durante estas actividades para
identificar posibles focos de atención.
Manos
a la obra
El esparcimiento es bueno
pero debes concentrar la mayor parte de tu esfuerzo en implementar estrategias
sólidas y efectivas, más que en los eventos de celebración o aniver-sarios.
Según Shore Consulting Group, estas acciones resultan vacías si se dan en exceso
y no se les da prioridad como pieza fundamental para el beneficio de la
empresa.
Durante las juntas que
realices, además de conocerse e integrarse, debes fijar objetivos a corto y
largo plazo, así como trabajar en planes y actividades para el desarrollo de
las habilidades de liderazgo entre tu equipo. Es necesario que esas metas sean
comunes y se relacionen directamente con los objetivos de la organización, a
fin de:
1. Establecer el respeto
mutuo como una forma de trabajo en equipo.
2. Conocer hacia qué aspectos
estratégicos debe orientarse el desempeño del grupo.
3. Fomentar y lograr que
todo esto se haga dentro de un ambiente de comunicación honesta y abierta entre
el líder y los integrantes.
Evaluación constante
La valoración periódica del
estado de tu negocio es fundamental para conocer el progreso en el desempeño de
tu equipo. Utiliza las encuestas de clima laboral y estudios de satisfacción de
tu personal y del servicio, con las que podrás detectar cuáles son las áreas en
las que deben mejorar su trabajo.
Además, estas herramientas
te ayudarán a identificar de manera concreta los resultados y las dimensiones
que debes atender con mayor prontitud para generar los cambios y mejoras de
mayor impacto en el ambiente y satisfacción de tus empleados.
Recuerda que para facilitar
tu labor como líder debes elegir desde un principio a personas con talento que
piensen como tú, que aporten nuevas ideas y den resultados concretos. Además,
para que el negocio camine de manera más productiva, es importante que delegues
el poder de decisión y dividas las funciones entre tu personal.
Toda acción que
emprendas debe ser planteada con responsabilidad y respeto a tus empleados.
Actúa con tolerancia y paciencia pero con determinación. Involucra a tu gente
en la aplicación de soluciones e impulsa su participación abierta y
transparente para hacerlos parte de tu sueño.
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