Para muchos emprendedores,
la decisión de contratar personal es muy difícil. Por un lado está la idea de
que cederás parte del control de tu empresa a un empleado; también hay costos
involucrados (sin mencionar el papeleo); y esto sin tomar en cuenta el temor
natural de que, si contratas a la persona incorrecta, le harás más daño que
beneficio a tu negocio. Si estas preocupaciones te suenan conocidas, debes
cambiar ahora mismo tu mentalidad y empezar a pensar que los empleados pueden
ser generadores de ingresos, no sólo de costos.
Esto es lo que quiero decir:
Imaginemos que eres el mejor vendedor de la compañía, pero notas que las tareas
operativas diarias consumen demasiado de tu tiempo. En este caso, quizá lo que
necesites es un administrador o un asistente que te libere para que puedas
conseguir más ventas. Sin duda, hacer esta contratación incrementará el
potencial de ganancias de tu empresa.
O, en cambio, podrías amar
desarrollar y modificar tu producto, pero odiar la parte de conseguir nuevos
clientes. En este caso, deberías contratar a alguien que se encargue del
marketing y de las ventas, puesto que te ayudará a quitarte cargas y te
permitirá enfocarte en crear ideas para tu compañía, incrementando sus
oportunidades de éxito.
Recientemente, pasé por este
proceso en la oficina de un quiropráctico. El dueño no podía encontrar la
manera de crecer más del cinco por ciento anual que había tenido en los últimos
años. Afortunadamente, fui capaz de mostrarle el camino hacia las ganancias y
estilo de vida que había estado deseando: añadir gente a su equipo para que se
hiciera cargo de las funciones administrativas.
Para llegar a esa conclusión
trabaje con él para compilar una proyección de ganancias a 12 meses; a partir
de ahí notamos que habría suficiente dinero disponible después de contratar a
alguien que llevara la administración. También le aconseje al empresario que
investigara cómo estaban los demás negocios de la misma área en cuestión de
personal. Generalmente, los estándares de la industria ofrecen un buen panorama
de qué tan grande debe ser un equipo para manejar correctamente un negocio.
Si aún no estás seguro de si
quieres (o puedes) contratar a alguien, siempre puedes “rentar antes de
comprar”, esto significa traer a alguien con un contrato temporal o de medio
tiempo y, algunos meses después, determinar si ofrecerle o no un trabajo de
tiempo completo. Para ese entonces, la persona debe conocer a la perfección tu
negocio, y tú sabrás si su personalidad y desempeño laboral se ajustan a las necesidades
de tu empresa para vender más.
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