Quizá eres un ingeniero con
la certeza de que tu próximo invento será un parteaguas tecnológico, o eres un
comerciante que descubrió una oportunidad de negocios en una zona geográfica.
Todos los emprendedores son distintos, pero cuando tu negocio empieza a generar
ingresos, es momento de pensar en cumplir con tus obligaciones fiscales.
"Existe un temor
generalizado en las pequeñas empresas de que Hacienda te quitará todo lo que
ganas, o que pagar impuestos implica una labor suficientemente compleja para
desistir de convertir tu idea en un negocio formal, pero eso no es
verdad", explica Alejandro Romero, asesor del Centro de Apoyo al Negocio
Romero y Asociados.
El primer paso para
determinar cómo pagarás los impuestos de tu empresa es elegir el régimen
correcto. Al darte de alta en el Servicio de Administración Tributaria (SAT)
deberás escoger entre persona física y moral, y es ahí donde surge el primer
error.
"Las personas morales
son sociedades jurídicas colectivas, esto es recomendable cuando inicias una
empresa con socios: en esta figura debes cumplir con una contabilidad y llevar
el registro de tus movimientos; la declaración anual de este régimen debe
presentarse en los tres primeros meses del año y las obligaciones dependen de
si esta sociedad tendrá o no fines de lucro", explica.
Para conocer los diferentes
esquemas que existen para constituir una persona moral, la Secretaría de
Economía lanzó un tutorial completo que puedes consultar en la página del
Instituto Pyme.
Por otra parte, como pequeña
empresa tienes también la opción de darte de alta como persona física. En este
caso tienes dos opciones: el régimen intermedio de actividades empresariales
cuando tienes ingresos de hasta 4 millones de pesos al año, y el régimen de pequeños
contribuyentes (Repecos) cuando tienes ingresos hasta por 2 millones de pesos.
En el último caso, tienes oportunidad de presentar contabilidades simplificadas
para el pago de tus impuestos.
¿Me
conviene darme de alta en el esquema de Repecos?
Esto depende del tipo de
empresa, pues el Régimen de Pequeños Contribuyentes nació como una iniciativa
para combatir la informalidad. En este esquema puedes emitir comprobantes de
compra, pero éstos no serán deducibles para tus clientes.
Los impuestos de este
régimen se pagan a partir de una cuota integrada que se calcula con base a la
proyección de tus ingresos bimestrales, es decir que debes hacer un estimado de
lo que venderás de manera bimestral para que puedas saber el rango en que se
ubicará tu cuota.Este esquema es ideal para las empresas que venden hasta 2 millones de pesos al año, pues no están obligadas a llevar una contabilidad, pero hay que tener claro a quién deberás pagar impuestos. La mayoría de las entidades federativas en México firmó un convenio con las autoridades federales, de tal modo que si perteneces al Régimen de Pequeños Contribuyentes deberás pagar impuestos a la Federación (a través del SAT), y a los gobiernos estatal y municipal.
Las pequeñas empresas deben asesorarse de un profesional al elegir el esquema en el que cumplirán con sus obligaciones fiscales.
Tips
prácticos
Alejandro Romero explica que
uno de los errores más grandes es dejar las obligaciones fiscales hasta el
último momento, pues cumplir en tiempo y forma con lo que debes pagar evita que
tus impuestos se conviertan en una bola de nieve. Para ello, toma nota de los
siguientes consejos:1.Antes de acudir a tu cita de alta ante el SAT, consulta a un contador con experiencia en pequeñas empresas para que te ayude a elegir el mejor esquema para tu negocio.
2.Una vez que te des de
alta, solicita una guía de obligaciones fiscales en el SAT. Ahí deben
detallarse los impuestos por pagar y el calendario para cumplir a tiempo.
3.Documéntate: Alejandro
Romero recomienda que consigas el libro ‘Manual Operativo para Pymes' del
Instituto Superior de Educación Fiscal, que además de información sobre
impuestos te ofrece apoyo para realizar presupuestos y mejorara la operación de
tu negocio.Por: Viridiana Mendoza Escamilla
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