Un
requisito indispensable para asegurar el éxito de un negocio es el correcto
manejo del dinero. Para esto, es importante tomar buenas decisiones, debido a
que se pone en riesgo una gran cantidad de capital que, en caso de no tomar las
decisiones adecuadas, podemos perder.
Sin
finanzas sanas no perdurará ninguna empresa, y con ello se pierde tiempo, ganas
e inversión. Pero ¿sabes cuáles son los principios básicos que rigen una
administración? Uno de los beneficios más importantes que conlleva una buena
administración es proteger el capital de trabajo para que una empresa funcione
bien sin generar pérdidas.
Conoce
algunos de los principios que debes tener en cuenta en el momento de llevar a
cabo un proyecto financiero:
Dueño y
administrador.
Una empresa requiere tiempo y cuidados. Sin estos dos elementos el negocio no
tendrá proyección y todo esfuerzo habrá sido en vano. Para evitar que esto
ocurra, el dueño debe verse a sí mismo como el administrador, de manera que
sepa del dinero que se invierte y el que entra como ganancia, para poder llevar
un registro financiero. El empresario debe tener a la mano la información
financiera de su empresa: cuánto gana, cuánto pierde y cuánto invierte. Para
ello es necesario no sólo que se involucre en el balance y en la creación de
estados financieros, sino conocer la terminología y conceptos básicos de este
aspecto de su empresa.
Equilibrio económico. Existen dos formas
de ingreso de dinero en una empresa: aporte de capital mediante un
inversionista o por ingresos derivados de las ventas. Ambas maneras de ingresos
hacen a la empresa una organización rentable y saludable.
Tener
en cuenta las salidas y entradas de dinero es vital en una empresa, pero
siempre se debe poner mayor atención en incrementar los ingresos por ventas que
preocuparse de los costos, debido que no puede salir nada que no haya entrado
primero. Antes de emprender haz proyecciones financieras y descubre cuándo
alcanzarás tu punto de equilibrio, esto es necesario para saber si tu empresa
está creciendo y produciendo lo que esperabas y para saber cuándo podrás pagar
los créditos o préstamos que recibiste.
Saber vender. En sus inicios,
muchas empresas incurren en grandes gastos e invierten en mobiliario y equipo
antes de generar ingresos económicos. Sin embargo, lo primordial es enfocarse
en conseguir clientes mediante publicidad o acciones de marketing o networking
y evitar gastos innecesarios, ofreciendo productos y servicios de calidad.
Además, es importante demostrar seguridad a la hora de ofrecer nuestros
servicios, ya que hace más creíble y confiable a la empresa.
No fiar. Dar crédito y fiar
son términos completamente distintos. Fiar es sinónimo de regalar el producto o
servicio, y si quieres dar crédito a un cliente debes determinar las
posibilidades de pago y tener a alguien capacitado para realizar la cobranza,
quien debe ser de tu total confianza.
Tener reserva en
efectivo.
Los imprevistos ocurren cuando uno menos lo espera. Para hacer frente a este
tipo de situaciones, lo recomendable es tener siempre ahorros en algún banco en
caso de eventualidades que requieran de dinero para su solución. Este ahorro
debe convertirse en un hábito, ya que es indispensable tener un as bajo la
manga, a pesar de que aparentemente tu empresa sea exitosa y rentable.
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