¿Qué
debes considerar antes de expandir tu negocio? La respuesta comienza con tu
mismo plan estratégico. ¿Estás construyendo una compañía con la idea de
venderla en cinco años, o esperas seguir creciendo con ella por los próximos
50?
Conforme
más corto sea el plazo de tiempo, más necesitarás enfocarte en lanzar un gran
producto en lugar de diversificar tus líneas de negocio o investigar nuevos
mercados. Si, en cambio, tu visión es a largo plazo, deberás saber cómo puedes
mejorar tu operación actual mediante estas tres áreas clave de crecimiento:
Geografía. Esto incluye replicar tu negocio en una nueva locación
para atraer nuevos clientes.
Capacidad. Esta categoría incluye investigar a profundidad a tu
equipo, habilidades, tecnologías, procesos y productos. Recuerdo una forma en
que esto funcionó: Una marca de impresión con la que trabaje se expandió al
comprar una tienda que ofrecía servicios de imprenta de alta velocidad, y
después vendió estos servicios a sus clientes.
Mercados. Para mantener las cosas simples, defino a los mercados
como la venta de tu producto o servicio existente a una nueva demografía o para
un uso novedoso. Por ejemplo, un restaurantero
que antes sólo servía comida y cena, abre el servicio de desayunos con
un nuevo menú.
Una
vez que identificaste cómo tu compañía puede crecer en una o varias de estas
áreas, ahora debes pensar cómo harás que funcione. Es esencial que entiendas
que estás apostando a que puedes perder. Por lo tanto, deberás crear diversos
modelos financieros que señalen las necesidades de tu compañía para poder completar
la expansión y tener una idea de cómo se verá después. Esto es lo que necesitas
para hacerlo:
- Crear modelos que abarquen expectativas de
éxito bajas, asumidas y altas. Debes estar mentalmente preparado para trabajar
en cualquiera de esas situaciones. Enlista proyecciones de ingresos, márgenes
de pérdidas y costos operativos. Estos modelos también deben incluir otros
temas como inventario, activos, cuentas a pagar y cualquier deuda que se emita
para alcanzar el punto de equilibrio.
-
Ten en cuenta los cambios que habrá en tu operación actual debido a las nuevas
adiciones. ¿Tendrás algún despido, contratación o descontinuarás algún producto
u operación? Te sorprenderás cómo cambian estos factores, a comparación de la
primera idea que tuviste.
-
Estima el valor de la compañía antes y después del proceso de expansión.
Podrías notar que el incremento no es demasiado sustancioso para los esfuerzos
y dolores de cabeza que conllevará hacerlo.
-
Define cómo pagarás todo. ¿Usarás un préstamo bancario, buscarás inversionistas
privados, venderás acciones…? Ten en mente que integrarte a otra empresa o
expandirte hacia un nuevo territorio puede tomar más de un año. Además es
costoso y requiere mucho trabajo.
Por
eso, es básico que no olvides dirigir tu negocio actual. Es muy común que los emprendedores,
deslumbrados por sus atractivos planes de expansión, pierdan la vista de las
operaciones diarias de lo que ya es un negocio rentable. Y, al final del
proceso, terminan con una empresa que se encuentra en peor estado que cuando
iniciaron.
Por Joe Worth
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