1. Especializarse en
un solo tipo de producto
El
producir u ofrecer un solo tipo de producto o servicio, nos permitirá ser
expertos o especialistas en lo que hacemos u ofrecemos y, de ese modo, poder
brindar un producto o servicio de buena calidad.
El
especializarnos en un solo tipo de producto, también nos permitirá captar más
clientes, ya que éstos, al vernos como expertos o especialistas, tendrán una
percepción elevada del valor de nuestros productos, y nos elegirán antes que a
la competencia.
Incluso,
el especializarnos en un tipo de producto nos permitirá aumentar nuestros
precios, ya que los consumidores están dispuestos a pagar más si consideran que
quien produce u ofrece los productos o servicios, es un especialista en lo que
hace.
2. Especializarse en
un solo tipo de consumidor
Este
consejo es una variación del primero, consiste en dirigir nuestros productos
solamente a un determinado tipo de consumidor.
El
enfocarnos en un determinado tipo público, nos permitirá especializarnos en él,
no permitirá conocer muy bien sus necesidades, gustos, preferencias, costumbres
y hábitos; y, de ese modo, poder ofrecer un producto dedicado especialmente a
satisfacer dichas necesidades, gustos y preferencias; y diseñar estrategias o
tomar decisiones en base a dichas costumbres y hábitos.
3. Crear una
identidad
Crear
una identidad significa darle un estilo propio a nuestro negocio o a nuestros
productos.
Es
crear una marca, hace que los consumidores se identifiquen con ella, y la
reconozcan en cualquier momento.
Nuestra
identidad puede estar basada en alguna diferenciación o característica
importante de nuestros productos, en el estilo o la forma en que brindamos
nuestros servicios, en los diseños o la combinación de colores que usamos, etc.
4. Ofrecer variedad
Debemos
especializarnos en un solo tipo de producto y consumidor, y crear nuestra
propia identidad o estilo, pero, a la vez, debemos ofrecer variedad.
Los
consumidores siempre buscan variedad, puede que logremos que sean fieles a
nuestros productos, pero si con el tiempo dejan de encontrar variedad en ellos,
pronto nos dejarán y se irán a la competencia.
Para
ofrecer variedad, debemos ofrecer diferentes alternativas y lanzar
constantemente nuevos productos, sin que ello signifique cambiar el tipo o
estilo de nuestros productos actuales.
5. Escuchar al
cliente
Escuchar
al cliente es estar permanentemente atentos a sus opiniones, sugerencias,
comentarios, quejas o reclamos.
Incluso,
debemos procurar buscar dicha información, por ejemplo, haciendo uso de
encuestas, crear un buzón de sugerencias, dialogar con ellos y preguntarles
cuál es su opinión sobre nuestros productos, llamarlos por teléfono para ver qué
tal les fue con su uso, etc.
Ello
nos permitirá adaptar nuestros productos a sus necesidades, gustos o
preferencias; y nos permitirá saber qué estamos haciendo mal, qué debemos
mejorar, qué debemos quitar o cambiar.
6. Conseguir los
datos de nuestros clientes y hacer una base de datos
Siempre
debemos procurar conseguir los datos de nuestros clientes, datos tales como el
nombre, dirección, teléfono, fecha de cumpleaños, correo electrónico.
De
ese modo, podremos crear una base de datos que nos ayude a conocer más a
nuestros clientes, poder hacerles seguimiento y mantener contactos con ellos.
Por
ejemplo, podemos enviarles una tarjeta de agradecimiento, felicitación o
saludos y, así, procurar ganar su fidelidad; o podemos enviarle un boletín
impreso vía correo postal o un boletín electrónico a su email, sobres nuestras
nuevas ofertas o promociones.
Para
conseguir sus datos, podemos hacer uso de promociones, por ejemplo, crear un
sorteo en donde para participar tengan que ingresar sus datos, o simplemente
podemos solicitárselos al momento que adquieran nuestros productos o servicios.
7. Detectar
necesidades, gustos o preferencias particulares
Siempre
debemos procurar detectar las necesidades, gustos, preferencias, hábitos o
costumbres particulares de nuestros clientes.
Ello
nos permitirá ofrecer un trato personalizado, por ejemplo, ofrecer un producto
especialmente diseñado de acuerdo a los gustos o preferencias particulares de
algún cliente.
Para
detectar los gustos o preferencias particulares de nuestros clientes, debemos
hacerles seguimiento y analizar, por ejemplo, cuáles son los productos que más
utilizan, cuáles son sus hábitos de consumo, cuáles sus preferencias de compra,
etc.
8. Estar atentos a la
competencia
Así
como debemos estar siempre atentos a nuestro mercado o público objetivo,
también debemos estar siempre atentos a nuestra competencia.
Debemos
estar atentos a las estrategias o acciones que realice, así como a la aparición
de nuevos competidores.
Dicha
información nos permitirá reaccionar rápidamente, diseñando estrategias que nos
permitan hacer frente a las suyas, o tomar decisiones que nos permitan
contrarrestar o aprovechar sus acciones.
9. Usar testimonios
Siempre
que no sea posible, debemos buscar testimonios de clientes satisfechos, para
luego usar dichos testimonios como carta de presentación ante otros clientes.
Mientras
más sean los testimonios y mientras más conocidos sean los clientes que nos los
hagan, mejor impresión causaremos.
Podemos
publicar los testimonios, por ejemplo, en nuestros folletos o página web; o
simplemente podemos mencionarle a clientes potenciales, los clientes
importantes que hayamos atendido así como los servicios que les hayamos
brindado.
10. Buscar referidos
Siempre
que nos sea posible, debemos procurar que nuestros clientes nos recomienden con
otros consumidores.
Una
forma de lograr ello es haciendo uso de promociones, por ejemplo, dándole
cupones a nuestros clientes para que sean canjeados por personas que ellos haya
recomendado.
Siempre
debemos idear estrategias que nos permitan ser recomendados, sin embargo,
debemos recordar que la mejor forma de lograr que nos recomienden, es brindando
un producto o servicio de buena calidad.
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