Cuando inicias un negocio,
puede parecer que prácticamente vives en la oficina y tener un equipo en el que
confiar es muy importante, sobre todo teniendo en cuenta que estarás con ellos
por varias horas y en condiciones laborales cercanas. En estas situaciones es
muy común que la línea entre empleado y amigo sea borrosa, e incluso, se
pierda.
Si has tenido problemas con empleados que se han
vuelto demasiado “confianzudos” seguramente se te dificultará mantener claras
tus expectativas profesionales. Te damos algunos consejos para prevenir cruzar
la línea entre ser un jefe a ser un amigo.
1. Define un
tono profesional
Necesitas liderar por medio del
ejemplo, dependiendo de la forma en la que te comportes en el lugar de trabajo será
la forma en la que los empleados te respondan. Una buena estrategia es hacer
una breve reunión al inicio del día donde se establezcan los objetivos de cada
trabajador. Hacer este tipo de juntas te dará un tono más profesional, así como
la oportunidad de definir las metas e iniciativas diarias. Esto hace que los
empleados hagan preguntas y discutan sus preocupaciones en un foro
estructurado.
A lo largo del día debes permanecer con actitud
de jefe, aunque siempre capacitando a tus empleados.
2. Cuidado con “compartir de
más”
Con tantas horas dentro del lugar de trabajo es
difícil no desviarse hacia el territorio personal (una nueva mascota, el juego
de futbol del hijo, etcétera) durante las conversaciones diarias. Sin embargo,
cuando un empleado tiene un problema personal los jefes no deben involucrarse.
Si sus problemas afectan el trabajo, puedes dirigirlo a Recursos Humanos para
ayudarlo.
3. Haz
correcciones
Es posible que, a pesar de tus mejores
esfuerzos, los profesionales se hagan demasiado informales o compartan mucha
información acerca de su vida personal. Cuando eso ocurra, de manera gentil
pero firme, haz una corrección. Por ejemplo, decir algo como “es mejor que no
discutamos problemas personales en el trabajo”, lo cual suele ser suficiente
para regresar la conversación al terreno profesional.
4. Ten una
vida personal
Está bien invitar a tus empleados a comer de vez
en cuando o llevar un pastel para celebrar el cumpleaños de alguien. Pero si te
vas de fiesta con tus empleados durante el fin de semana y después esperas que
retornen a su ambiente profesional podrías tener un problema. Por eso es
importante que desarrolles una vida social fuera del negocio y separes tu vida
personal de la profesional.
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