Como emprendedor, es probable que te encuentres por primera vez en esta
posición, pero la inexperiencia no es excusa para convertirte en un jefe que no
sabe liderar a su equipo y que afecta negativamente su moral. De hecho, hacerlo
podría significar la muerte de tu startup, ya que el éxito de toda empresa (sea
grande o pequeña) depende de su capital humano.
Te presentamos la segunda parte de las frases que debes evitar decir a tus
colaboradores
8. No te pago por pensar, te pago por hacer. Nuevamente el jefe que se
siente superior y habla sobre salarios para recordarlo. Y lo peor: es el jefe
que desmotiva la innovación y el crecimiento de la empresa. Por el contrario,
haz que buena parte de las descripciones de puestos incluyan un componente
creativo e innovador.
9. No lo entregues hasta que lo hagas bien. Esta desagradable frase muchas
veces va acompañada de papeles aventados o tirados a la basura. Este jefe
tirano disfruta rebajar a sus empleados y hacerlos sufrir. En lugar, observa
bien lo que entregó y da una retroalimentación efectiva que impulse a que la
próxima vez la entrega sea correcta, pero no por temor, sino por tu buen
liderazgo y conducción.
10. Lo siento, no hay nada que pueda hacer. Es la típica del jefe
"Poncio Pilato". Ante un posible despido, rechazo de aumento de
sueldo u otorgar un permiso, muchos managers usan esta frase para lavarse las
manos. Pero como emprendedor, probablemente no sea siquiera cierta. Tú eres
quien decide en tu empresa y en tus manos está la satisfacción de tu equipo.
11. Los problemas personales no los traigas a la oficina. Otro
recordatorio: un empleado no es una máquina, y por tanto tiene sentimientos,
emociones, ambiciones y deseos. Y cuando alguien trabaja, ejecuta con su
cuerpo, pero lo logra gracias a la mente y al corazón. Sé un jefe abierto:
escucha a la persona y procura ofrecerle tu respaldo.
12. Llegaste 10 minutos tarde. Una cosa es impulsar la puntualidad de tu
empresa y otra muy distinta es convertirte en un reloj humano con el fin de
regañar a tus empleados. Para que tu empresa sea productiva no debes fijarte en
el tiempo que pasa un trabajador sentado en un escritorio, sino en sus
resultados.
13. Aquí el que manda soy yo. Los esquemas de trabajo verticales y
unidireccionales ya no funcionan. ¿Por qué? Porque los líderes sabios han
descubierto que empoderando a sus empleados se consiguen mejores resultados. Si
eres un líder, ellos lo sabrán, pero por tu ejemplo, no porque se los digas con
altanería.
14. El proyecto/empresa no es tuyo. Craso error decirle a un empleado que
aquello que en lo que trabaja no es de su propiedad. Una cosa es que no pueda
adueñarse completamente de él y hacer lo que quiera, y otra muy distinta es que
no sea parte de su vida. Finalmente, una persona le dedica más de un tercio de
su día a un proyecto y hacer que se sientan parte de él es lo único que genera
lealtad a la empresa.
Recuerda que no debes reprimirlos o sobajarlos, lo
importante es la motivación y así tus empleados harán un excelente trabajo que
te dará múltiples beneficios.
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